El riesgo de miocarditis, una inflamación del músculo cardíaco, aumenta para los pacientes con covid-19, según un estudio estadounidense divulgado este martes, que argumenta fuertemente en favor de la vacunación.
De hecho, se ha señalado el riesgo de desarrollar miocarditis después de la inyección de las vacunas conticovid de Pfizer y Moderna, especialmente en niños y hombres jóvenes.
Pero ese riesgo es alto después de la infección con la enfermedad en sí, según este nuevo estudio de los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC), que analizó datos de consultas en más de 900 hospitales.
“La miocarditis sigue siendo poco común en pacientes, con o sin covid-19”, dice el informe de los CDC. “Sin embargo, el covid-19 es un factor de riesgo fuerte e importante para la miocarditis, y ese riesgo varía con la edad”.
Los pacientes con covid-19 examinados entre marzo de 2020 y enero de 2021 tenían en promedio casi 16 veces más probabilidades de desarrollar miocarditis que aquellos que no contrajeron el virus, según este estudio.
Este riesgo fue más pronunciado en personas menores de 16 años, así como en personas mayores de 50 años. En los niños, algunos casos de miocarditis identificados pueden corresponder a un síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico (PIMS o MIS-C), señala el estudio.
En 2020, el número de consultas por miocarditis en los hospitales analizados fue un 42% mayor que en 2019; los picos corresponden al número de casos de covid-19.
Además, entre las personas con covid-19 y miocarditis, la gran mayoría fue diagnosticada por ambas enfermedades en el mismo mes.
El mecanismo exacto que puede estar en el origen de este vínculo es “desconocido”, según los CDC.
El estudio no proporciona directamente una comparación del riesgo de miocarditis después de la vacunación.
No obstante, el informe de los CDC cita un estudio israelí publicado la semana pasada en la revista científica NEJM, según el cual el riesgo de desarrollar miocarditis tras la inoculación con una vacuna de ARN mensajero (la de Pfizer) se multiplicó por 3.
Pero según este estudio el riesgo de miocarditis asociado con una infección de coronavirus se multiplicó por 18, mucho más que después de una vacuna, por lo que el balance riesgo-beneficio favorece claramente a la inoculación.
Fuente. AFP