En diversos foros católicos, el prelado Raymond Leo Burke expresó su opinión sobre un supuesto plan de control gubernamental detrás de la campaña de vacunación contra COVID-19. Hoy, el cardenal estadounidense antivacunas está conectado a un ventilador por COVID, con una neumonía severa, aunque su último mensaje en Twitter señala que “estoy descansando cómodamente y recibiendo excelente atención médica”.
Praised be Jesus Christ! I wish to inform you that I have recently tested positive for the COVID-19 virus. Thanks be to God, I am resting comfortably and receiving excellent medical care. Please pray for me as I begin my recovery. Let us trust in Divine Providence. God bless you.
— Cardinal Burke (@cardinalrlburke) August 10, 2021
Burke es arzobispo emérito de St. Louis y fundador del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe en La Crosse, Wisconsin. En varias participaciones en ese santuario, que han sido documentadas por diversos medios como CNN, el cardenal se refirió al virus SARS-CoV-2 como “el misterioso virus de Wuhan” que ha sido “utilizado por ciertas fuerzas, contrarias a las familias y a la libertad de los estados, para avanzar en su agenda malvada“.
Durante el Foro de la Vida de Roma, realizado en mayo de 2020, el cardenal sugirió que las vacunas contra COVID-19 contenían “una especie de microchip” que se coloca “debajo de la piel de cada persona para que en cualquier momento puedan ser controlados en materia de salud y de otros asuntos que sólo podemos imaginar como un posible objeto de control por parte del Estado”, e insinuó que esa sería la razón por la que se insistía en que las personas se aplicaran las vacunas.
Piden oración por su salud
En un tuit publicado hace unas horas por un periodista católico, se informa que la condición de Burke es grave y que las próximas 48 horas serán cruciales. “Continúa conectado a un ventilador y tiene una severa neumonía que no responde al tratamiento”, se lee en el comunicado que también exhorta a orar por la salud del jerarca.
Burke también expresó su descontento ante una eventual imposición de la vacunación por parte de las autoridades. “Cuando el Estado adopta tal práctica, viola la integridad de sus ciudadanos. Si bien el Estado puede proporcionar regulaciones para la salvaguarda de la salud, no es el máximo, no es el máximo proveedor de salud; Dios lo es. Todo lo que el Estado proponga debe respetar a Dios y su ley“, afirmó.
En otras ocasiones, Burke se ha mostrado como un crítico del Papa Francisco debido a su apertura en temas como la sexualidad y el divorcio, e incluso ha llamado a los católicos a desobedecer al Sumo Pontífice de su iglesia.
Burke se ha caracterizado por su férrea visión tradicionalista del catolicismo, en la que incluso ha calificado a la inmigración musulmana como un plan para extender el Islam. Se desconoce si el cardenal de 73 años de edad está vacunado.
El Diario NY