Durante el toque de queda, multiples han sido los episodios de violencia que se han generado entre los agentes de la Policía Nacional, ciudadanos y hasta funcionarios en servicio o retirados, por incumplir con las disposiciones gubernamentales entorno a las restricciones sanitarias para combatir el covid-19.
Esta situación se ha convertido en práctica recurrente, donde los agentes policiales intervienen en diversos lugares del país donde hay grupos de personas en la calle ingiriendo licor, sin ditanciamiento social, solicitando la disolución de aquella reunión que no está permitida, lo que genera descontento y agresividad por la ciudadanía, quienes argumentan que están “hartos del toque de queda”.
Los actos de intimidación hacia los agentes de la ley, es la primera reacción que tienen los ciudadanos. Algunas personas manifestan que tienen cierto rango o poder para violentar las restricciones además que no son elegibles para ser arrestados por el incumplimiento.
Mismo panorama ocurre, cuando intervienen en lugares donde los que están desafiando los horarios de toque de queda son funcionarios públicos, militares o retirados que no están ejerciendo labor, intentando burlar las leyes por sus ocupaciones o jerarquía.
Así como ciudadanos han sido víctimas del abuso de autoridad en el mismo contexto de los horarios de restricciones sanitarias, han quedado registrado mediante videos la otra cara de la moneda, los excesos civiles en contra de la autoridad policial.
En ese sentido, los agentes del orden han tenido que implementar distintas tácticas y estrategias para que estos altercados con los ciudadanos, que ocurren generalmente a altas horas de la noche, no escalen a conflictos mayores.
Borracho y armado
Actualmente, circula un vídeo en redes sociales donde se observa un sargento de la Policía, quien en ese momento no se encontraba en servicio y en el vídeo se observa aparentemente ebrio, amenazar a agentes policiales con disparar si le ponían la mano.
Los policías intentaban quitarle el arma pero el ciudadano se comportaba a la defensiva.
Es uno de los agentes quien decide llevarlo aparte y tranquilamente le exhorta entregar el arma para evitar que la situación escale a problemas mayores.
Botellazos y pedradas
En distintas demarcaciones, los agentes policiales han sido atacados a botellazos y pedradas por ciudadanos que se disponen a violentar los horarios de toque de queda, por participar en las fiestas callejeras denominadas “teteos”.
Concretamente, en el mes de abril, unidades policiales llegaron al sector Arroyo en Manoguayabo, y fueron recibidos a pedradas y botellazos por residentes que compartían en las calles, en horario restringido.
Una situación similar vivieron los agentes de la Policía y del Ejército, en el sector Las Colinas, en Montecristi, cuando irrumpieron en un negocio llamado “La Esquina Caliente”, y las personas que se encontraban allí los atacaron con botellazos, viéndose obligados a lanzar un disparo de escopeta al aire para dispersar el motín.
Atropellos
A altas horas de la noche y en horario de toque de queda se trasladaba un ciudadano en el sector Los Praditos, en el Distrito Nacional.
Agentes policiales intentaron detenerlo, colocándose delante del vehículo que este conducía. Esto no detuvo al conductor y terminó arroyando a varios de los agentes.
Compañeros del orden
Una unidad Topo detuvo un vehículo que circulaba por las calles en horarios del toque de queda.
El ciudadano acatando el llamado de las autoridades, se orilla, se desmonta del vehículo y procede a identificarse con los oficiales, resultando en que este también era miembro de la institución, específicamente, un mayor, aunque esa noche no estaba de servicio.
En el vídeo se observa como un uniformado le explica, de manera educada y pasiva, al ciudadano por qué no debe estar fuera en horario del toque de queda y menos cuando es un miembro activo de la organización del orden, pues dichas acciones representan un mal ejemplo para el resto de la sociedad.
Plan de seguridad ciudadana “Mi País Seguro”
El pasado 4 de junio el presidente Luis Abinader lanzó el Plan plan piloto de la Estrategia Integral de Seguridad Ciudadana “Mi País Seguro”.
La primera fase de inicio del esperado plan arrancará en un acto a efectuarse en el Club Los Cachorros, sector Cristo Rey. Se centrará básicamente en desarme de la población civil.
El propósito del proyecto es bajar los índices de violencia en el país, uno de los males que más preocupa a los dominicanos en las últimas décadas.
La estrategia implica desarme de la población, identificar a motoristas, capacitación y tecnología para la Policía, seguridad vial y violencia de género.
Se proyecta hasta marzo del 2022, con una inversión inicial de RD$296 millones, de los cuales, 246 estarán destinados a la lucha de violencia de género e intrafamiliar y 40 millones para la capacitación a los policías.
Con el objetivo de contribuir y acompañar el proceso de fortalecimiento para la transformación de la Policía Nacional y la Estrategia Integral de Seguridad Ciudadana “Mi País Seguro” que implementa el Gobierno dominicano a través del Ministerio de Interior y Policía, llegó al país una misión de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
Como parte de las sesiones de trabajo, la delegación, sostuvo un encuentro con el ministro de Interior y Policía, Jesús Vásquez Martínez, y funcionarios de la institución, quienes analizaron diversos aspectos relativos al proceso iniciado por las autoridades, sobre todo en lo relativo a la transformación policial.
Además del Ministerio de Interior, dicha misión se ha reunido con el director general de la Policía Nacional, mayor general Edward Sánchez, el coordinador del Grupo de Trabajo para la Transformación y Profesionalización de la P. N., con el director de la Policía Escolar, así como tiene previsto un encuentro con los representantes de las Mesas Locales de Seguridad Ciudadana de San Cristóbal y Santo Domingo Oeste, entre otros.
La misión presentará el programa conjunto de intervención ante el grupo de trabajo para la transformación y profesionalización de la Policía Nacional y la hoja de ruta conjunta sobre la Estrategia de Seguridad Ciudadana.