Inglaterra estrena este lunes lo que se ha dado en calificar como el primer “Día de la Libertad” frente al coronavirus, aunque lo hace con los casos disparados y con el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, confinado por haber mantenido contacto con su ministro de Sanidad, que ha dado positivo.
Mientras, en el resto de Europa se mantiene la cautela porque los contagios siguen al alza y la presión en los hospitales aumenta paulatinamente, pese a que el ritmo de vacunación se acelera y ya ha superado a Estados Unidos en la proporción de población con al menos una dosis.
Pese a que en el Reino Unido la comunidad científica ya ha advertido de que la medida puede ser prematura, desde hoy ya no hay límites por ley en el número de personas que pueden juntarse en espacios cerrados o asistir a eventos, mientras que los locales nocturnos pueden abrir sus puertas ya en la medianoche.
Además la utilización de mascarillas se recomendará en algunos lugares, pero no será obligatoria.
PORTUGAL, CON CRECIENTE PRESIÓN HOSPITALARIA
Con una creciente presión hospitalaria, actualmente en niveles no vistos desde hace cuatro meses, Portugal mantiene restricciones como el toque de queda en los municipios con mayor incidencia del país y no evaluará hasta después del próximo día 27 si aplica más reglas para contener la variante delta.
El país, con diez millones de habitantes y un balance de 17.207 muertes y 930.685 contagios desde que comenzó la pandemia, atraviesa su cuarta ola de coronavirus, que ha llevado a un progresivo aumento de casos diarios y hospitalizaciones en las últimas semanas.
La responsable de este empeoramiento es la variante delta, con una prevalencia del 88 % en todo el país, pero de hasta el 100 % en las regiones de Lisboa y Valle del Tajo y el Algarve, donde hay un toque de queda entre las 23.00 y las 05.00 horas.
FRANCIA ACELERA EL REFORZAMIENTO DE LAS RESTRICCIONES
El Gobierno francés acelera el reforzamiento de las restricciones anticovid con la presentación este lunes de un proyecto de ley que hará necesario el certificado sanitario para actos corrientes de vida social.
El portavoz del Gobierno, Gabriel Attal, confirmó en una entrevista a la emisora France Info que “se cumplirán los plazos” y que desde este miércoles habrá que presentar el certificado sanitario para ir al cine, al teatro, a un museo o a cualquier evento con más de 50 espectadores.
Además, una vez aprobado el proyecto de ley desde comienzos de agosto se extenderá la exigencia del certificado sanitario al transporte público de largo recorrido, a grandes centros comerciales e incluso a bares y restaurantes.
Eso, y la obligatoriedad de la vacunación desde el 15 de septiembre para sanitarios y profesionales en contacto con personas vulnerables, se justifica, según Attal, porque la tasa de incidencia en Francia es “estratosférica”, porque el número de casos se ha duplicado en una semana y porque la variante delta “es mucho más contagiosa”.
Por lo demás, el secretario de Estado de Asuntos Europeos, Clément Beaune, afirmo este lunes que Francia intenta evitar restricciones más duras y que para ello sacará conclusiones – dijo- de la desescalada demasiado rápida e “imprudente” en España.
EN ALEMANIA, INCREMENTO DE CONTAGIOS “LEVE PERO CONTINUADO”
La incidencia de contagios con la covid-19 sigue en Alemania en aumento, leve pero continuado, tras haberse alcanzado el domingo el nivel de 10 casos en siete días por 100.000 habitantes. Los niveles de actuación empiezan a activarse a partir de los 35 casos.
El ministro de Economía, el conservador Peter Altmaier, descartó este fin de semana que vaya a procederse a nuevos cierres en la restauración o la vida comercial. No hay razón para adoptar este tipo de medidas mientras no haya una saturación de la sanidad pública, lo que no parece que vaya a ocurrir, añadió.
Y PROTESTAS
Catorce policías resultaron heridos, dos de ellos de gravedad, durante una protesta en Nicosia organizada en la noche del lunes por negacionistas del covid que derivó en disturbios y el ataque a la sede de la televisión privada Sigma, según informan las autoridades chipriotas.
Los manifestantes se reunieron en un principio en las afueras del palacio presidencial para demandar la abolición del llamado “SafePass”, un documento que demuestra que la persona ha sido vacunada contra la covid-19, ha dado negativo en una prueba PCR en las últimas 72 horas o tiene anticuerpos tras haber pasado el virus.
El Gobierno de Chipre anunció la semana pasada el uso obligatorio de este “Safepass” en todos los espacios públicos y privados abiertos o cerrados cuando se produzcan aglomeraciones de 20 personas o más.
Unas 114.000 personas se manifestaron este sábado por toda Francia (18.000 en París) para protestar contra esas medidas en nombre de la “libertad” y frente a lo que consideran “dictadura sanitaria”.
Fuente: EFE