Médicos Sin Fronteras (MSF) estudia trasladar de lugar el hospital que la organización tiene en el barrio de Martissant, en la entrada sur de Puerto Príncipe, debido a la situación de inseguridad que se vive en la zona, donde bandas armadas pugnan por el territorio.
El centro suspendió el servicio a raíz de un ataque sufrido el pasado 26 de junio y, aunque inicialmente se cerró por una semana, hasta el momento la ONG no consigue abrirlo “porque los combates continúan” en la zona, explicó a Efe el coordinador del proyecto de MSF en Martissant, Désiré Kimanuka.
Si el centro reabriera “corremos el riesgo de exponer, no solamente a nuestro personal, sino también a los escasos pacientes que consiguen llegar hasta el centro para que los atiendan”.
Por ese motivo, MSF se está planteando, “cada vez más”, trasladar el hospital, aunque Kimanuka no precisó cuál sería su emplazamiento alternativo.
Según relató el coordinador, “la situación en Martissant se ha vuelto muy incierta y muy complicada porque los enfrentamientos entre los grupos de pandillas continúan”, incluso después del asesinato del presidente Jovenel Moise, tras el cual se ha apreciado una disminución significativa de la violencia en la capital.
“La ruta nacional se ha convertido en un campo de batalla y la gente que transita por ella lo hace arriesgando su vida, así que la situación está muy, muy complicada”, explicó.
En cuanto a la vacunación contra la covid-19 en el sector, la población se muestra “reacia” a recibir el compuesto, del que esta semana llegaron las primeras 500.000 dosis, de Moderna, a través del mecanismo Covax, y que se empezaron a administrar este viernes, según la Organización Panamericana de la Salud, responsable de la logística.
Especialmente “los jóvenes no quieren vacunarse, según la escasa información de la que disponemos”, dijo Kimanuka, que considera necesario “desplegar una gran campaña de sensibilización, pero no va a ser nada fácil”, apuntó.
Martissant se encuentra en la zona de guerra entre los grupos armados de Grand Ravine y Ti Bois, que se disputan el control del territorio desde comienzos de junio, causando decenas de muertos y heridos, así como miles de desplazados.
La Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) calcula que cerca de 18.100 personas han abandonado sus hogares en Puerto Príncipe desde el comienzo de los violentos conflictos entre las bandas armadas en varias zonas de la capital, entre ellas Martissant.