Unos 135 años después de la llegada de su hermana mayor a Nueva York, una réplica relativamente diminuta de la Estatua de la Libertad fue inaugurada el miércoles en la capital estadounidense como muestra de la amistad entre Estados Unidos y Francia.
La réplica, de unos tres metros de altura, comparada con la famosa versión neoyorquina de más de 90 metros, fue inaugurada por el ministro de Asuntos Exteriores francés, Jean-Yves Le Drian, y su homólogo estadounidense, Antony Blinken.
La estatua de bronce se erigió en el jardín de la residencia del embajador de Francia en Washington.
En su viaje desde París, pasó por la Isla de la Libertad, al sur de Manhattan, donde se encuentra la icónica estatua “La Libertad iluminando al mundo”, un obsequio de Francia a Estados Unidos a finales del siglo XIX.
“La hermana pequeña ha llegado”, dijo Philippe Etienne, enviado de Francia en Washington.
“Pasó una semana en Nueva York para la fiesta nacional estadounidense -el Día de la Independencia-, estuvo en la Isla Ellis, vio a su hermana mayor. Y ahora está en su sitio para el 14 de julio”, añadió, en referencia al día de la fiesta nacional de Francia.
Prestada por el Conservatorio Nacional de Artes y Oficios (Cnam) de Francia y fundida a partir del mismo molde utilizado por el escultor Frédéric Auguste Bartholdi, la estatua viajó en una caja de plexiglás especialmente diseñada en un contenedor transportado por la compañía naviera francesa CMA-CGM.
EFE