El gran socavón aparecido hace más de un mes en el céntrico estado mexicano de Puebla se originó por causas naturales y no por la sobreexplotación de acuíferos, concluyó este domingo la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en un informe.
El organismo, dependiente de la Secretaría federal de Medio Ambiente, presentó al Gobierno de Puebla una opinión técnica según la cual “la causa posible es un proceso natural de disolución de rocas calcáreas”.
“No existe evidencia de que la causa del socavón haya sido la sobreexplotación del acuífero”, añadió en un comunicado la Conagua al descartar una de las hipótesis que se habían manejado tras la aparición del hoyo.
El desprendimiento se produjo el 29 de mayo en un terreno de cultivo del municipio Juan C. Bonilla, a poco más de 20 kilómetros de Puebla capital, en una zona donde solamente hay algunas casas pequeñas y humildes de las personas que cultivan las tierras.
El socavón se originó con solo cinco metros de diámetro, en solo 24 horas pasó a los 30 metros y ha seguido creciendo hasta superar los 120 metros.
El agujero captó una gran atención mediática nacional e internacional porque derribó parte de una casa mientras se expandía.
Además, el pasado 10 de junio fueron rescatados dos perros que habían quedado atrapados en el socavón después de una fuerte campaña en redes sociales para presionar a las autoridades para salvarlos.
Conagua sostuvo este domingo que el acuífero del Valle de Puebla “no se encuentra en condición de sobreexplotación y mucho menos que esta pueda ser la causa del accidente geológico del socavón”.
El organismo concluyó que el hoyo fue provocado por “un proceso natural de disolución de las rocas calcáreas, las cuales eventualmente pueden colapsarse u obstruirse en forma natural y abrirse posteriormente”.
Por ello, sugirió a los estudios iniciados por otras dependencias que se enfoquen “principalmente en el análisis geológico y tectónico más profundo de la zona”.
Técnicos del Instituto Politécnico Nacional (IPN) también analizan si se formó por causas naturales o por la explotación de mantos acuíferos.
EFE