Al organizar la dieta se busca equilibrar el consumo de los distintos nutrientes esenciales: carbohidratos, fibra, grasas saludables y proteínas.
Sin embargo, un aspecto que se suele pasar por alto, y es igual o más importante, es el momento del día en el que consumiremos los alimentos. Aquí veremos cuáles son las mejores horas del día para comer.
El metabolismo es un conjunto de procesos físicos y químicos que se da en las células, con el objetivo de transformar los nutrientes que obtenemos de los alimentos en energía.
Esto sirve para que el cuerpo pueda cumplir funciones vitales, como hacer la digestión, favorecer la circulación, mantener la temperatura corporal, respirar y eliminar desechos.
Para aprovechar al máximo estos nutrientes, los expertos señalan que es necesario realizar las distintas comidas diarias en momentos específicos del día:
Cuándo desayunar
Como su nombre lo indica, el desayuno es la comida que rompe con el ayuno que ocurre mientras dormimos, por lo que es el primer comida del día y también la más importante.
Esto se debe a que determinará el rendimiento físico y mental durante el resto del día. Las personas que no desayunan o lo hacen mal, suelen padecer las consecuencias de la falta de glucosa, como mal humor, problemas para concentrarse o decaimiento general.
Un desayuno correcto debe aportar entre 20 y 25% de las calorías totales consumidas en el día, preferentemente provenientes de cereales, tostadas, lácteos, frutas o sus jugos, o huevos.
Al igual que sucede con el resto de las comidas diarias, el momento de desayunar dependerá de la rutina, costumbre y cultura de las personas. Los expertos señalan que lo ideal hacerlo dentro de la primer tras despertar, de ser posible entre las 6 y 10 a.m.
Cuándo almorzar
El almuerzo es la comida que se toma después del desayuno, y la cantidad y composición de este depende en gran medida de las tradiciones, costumbres e incluso climas de la población.
Mientras que en algunas regiones se lo considera la principal comida del día junto al desayuno, como en España, Argentina, Costa Rica o Venezuela, en otras suele funcionar como una colación más, como en EE. UU., donde es común que este asociado al bag lunch o brown bag (bolsa marrón que suele emplearse para transportar el almuerzo).
De una u otra forma, lo importante es consumir esta comida entre el mediodía y las primeras horas de la tarde, debido a que es el momento del día en que el metabolismo alcanza su punto máximo, y, por lo tanto, proporciona una función digestiva más fuerte.
Cuándo cenar
La cena es la última comida del día, y respecto a su horario existen diferentes posturas. Algunos especialistas señalan que debe realizarse entre cuatro y cinco horas después de almorzar, aprovechando así las últimas horas de tasa metabólica elevada del cuerpo.
En otros casos, se señala que puede desarrollarse más tarde (entre las 8 y 9:30 p.m.), pero siempre manteniendo un período prolongado de tiempo con la hora de acostarse. De esta forma, se evitan incomodidades o problemas para dormir, debido a que el cuerpo no estará concentrado en hacer la digestión.
Aunque la intensidad de la cena puede variar según las regiones, los investigadores advierten que es común que en este momento se suela comer en exceso, debido a que las personas no se alimentan correctamente durante el día o saltean otras de las comidas principales.
Horarios nocturnos
Una situación muy común que puede desordenar los horarios de comidas o dificultar su seguimiento, son las rutinas o trabajos nocturnos. Sobre esto, los especialistas explican que se debe continuar respetando las tres comidas principales, más las colaciones entre cada una de ellas que sean necesarias.
Sin embargo, se deben hacer ciertas modificaciones para adaptarlas. Como los horario son diferentes entre cada persona, lo ideal es seguir la lógica antes desarrollada, es decir, desayunar dentro de la primer hora tras despertar, consumir la comida principal del día antes de ir al trabajo, tomar snacks o refrigerios saludables durante el resto de la jornada, y finalizar con una pequeña comida tras volver a casa, antes de dormir.
Se aconseja evitar los alimentos fritos, grasos o picantes, ya que ralentizan los procesos digestivos y provocan acidez, indigestión, gases o estreñimiento.
Para alimentarse correctamente es importante prestarle la misma atención a lo que se elige para formar parte de la dieta como a los horarios en que se desarrollan las comidas.
Para poder cumplir con estos horarios, planificar y preparar las comidas con anticipación puede ser muy útil y también ayudar a evitar la tentación por comidas rápidas o snacks pocos saludables.
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