Destrozada por los nazis durante la ocupación de Hungría, la sinagoga ubicada en la calle Rumbach de Budapest finalmente ha reabierto. Para su joven rabino dirigir la primera plegaria oficial fue un momento “repleto de emociones”.
El impresionante edificio de estilo morisco, concebido en 1872 por el arquitecto vienés Otto Wagner, “tiene una gran historia y ha sido testigo de tristes acontecimientos”, destaca Peter Deutsch a la AFP. “Aún me cuesta asumir que perpetúo esta historia”, añade.
Sus elegantes proporciones hacen de ésta, “sin lugar a dudas, una de las tres sinagogas más bellas de Europa”, afirma entusiasmado este religioso de 35 años, uno de los rabinos ortodoxos más jóvenes de Hungría.
No muy lejos del lugar, se erige la Gran Sinagoga, la más grande del mundo tras la de Nueva York, en el barrio que fuera el gueto de Budapest durante la Segunda Guerra Mundial, durante la cual 600.000 judíos húngaros murieron en los campos de exterminio nazis.
Casi destruida entre 1944 y 1945, la sinagoga fue cerrada de forma permanentemente en la década de 1960.
Pero, tras volver a manos de la comunidad judía, en 2006, se necesitaron seis años para renovarla, una obra financiada por el gobierno húngaro por un monto de 9,2 millones de euros (casi 11 millones de dólares).
La sinagoga, que además alberga un museo y un café, es presentada como centro cultural, un espacio “abierto”, tanto a las diversas corrientes del judaísmo, como a visitantes y turistas.
La comunidad judía húngara cuenta actualmente con unos 100.000 miembros, lo que la convierte en la más numerosa de Europa Central.
AFP