El Congreso de Estados Unidos aprobó este miércoles un proyecto de ley que declara el 19 de junio, conocido como “Juneteenth”, como un nuevo día festivo de alcance federal para conmemorar el fin de la esclavitud en el país.
La Cámara de Representantes aprobó este miércoles el texto con 415 votos a favor y 14 en contra (todos ellos republicanos) después de que el martes hiciese lo propio el Senado, en ese caso por unanimidad.
El proyecto de ley pasa ahora a la Casa Blanca para la rúbrica del presidente, Joe Biden, que podría firmarla este sábado, en el 156 aniversario de “Juneteenth”, o incluso antes.
El “Juneteenth” -un juego de palabras con el mes de junio y la pronunciación de 19 en inglés- conmemora la fecha en la que los últimos esclavos negros fueron liberados en 1865 en el puerto de Galveston, en Texas.
Aunque los últimos soldados sureños de la Confederación se habían rendido en abril de 1865, los esclavos de Galveston no quedaron libres hasta que los soldados de la Unión llegaron al puerto el 19 de junio con las noticias.
Habían pasado dos años desde que el entonces presidente Abraham Lincoln había abolido la esclavitud.
Una vez aprobado, el “Juneteenth” se convertirá en el duodécimo festivo de alcance federal en Estados Unidos. Estas 12 fechas tan solo son de obligado cumplimiento en el sector público.
La inmensa mayoría de estados -siendo Texas el primero en 1980- ya reconocía como un festivo local “Juneteenth”, una fecha de celebración desde hace muchos años sobre todo para la comunidad afroamericana en Estados Unidos.
“Tenemos un largo camino hacia la justicia racial en los Estados Unidos y no podemos llegar allí sin reconocer el pecado original de esclavitud de nuestra nación. Ya es hora de que “Juneteenth” sea un feriado federal”, afirmó el martes el autor del proyecto de ley en el Senado, el demócrata Edward Markey.
Oficialmente, el feriado llevará por nombre “Día Nacional de la Independencia Juneteenth”, una denominación que ha provocado el rechazo de algunos republicanos que han opinado que busca el conflicto con el Día de la Independencia de EE.UU., celebrado cada 4 de julio.
Otros han cuestionado que el día festivo costará a las arcas públicas cerca de 600 millones de dólares en sueldos.
Fuente: EFE