Una cámara de salpicadero registró el 9 de junio el momento exacto cuando parte de un edificio de cinco pisos que iba a ser demolido se derrumbó sobre una autovía en la ciudad surcoreana de Gwangju. La avalancha de escombros obstruyó los seis carriles de la carretera y aplastó a un autobús, matando a nueve personas, todas ellas mayores de 60 años, e hiriendo otras ocho.
Varios vehículos evitaron por poco ser aplastados por la estructura de hormigón, incluido el propio coche en el que estaba instalada la cámara que grabó la escena.
Ninguno de los operarios que trabajaban en la demolición del edificio resultó herido, ya que habían escapado del lugar al detectar indicios de un inminente derrumbe incontrolado y sin dar aviso a nadie más, según medios locales. Las autoridades han arrestado al director ejecutivo de la compañía encargada del derribo por incumplir las medidas de seguridad pertinentes.
RT.