Amenazados de desaparición casi completa de aquí a 2200, los glaciares islandeses ya perdieron unos 750km2 de superficie desde el inicio de los años 2000, o sea 7% de su superficie total, bajo el efecto del calentamiento climático, según un estudio publicado el lunes.
En total, la superficie de los glaciares islandeses, que cubren aun un poco más de 10% del país, cayó en 2019 a 10.400 k2, según una publicación de la revista especializada Jökull (“Glaciar” en islandés).
Desde 1890, la superficie ocupada por los glaciares retrocedió en cerca de 2.200 km2, o sea 18%.
Pero cerca de un tercio de ese retroceso ocurrió desde 2000, según ese último cálculo de glaciólogos, geólogos y geofísicos islandeses.
El retroceso constatado en dos décadas de la capa de hielo representa casi la superficie total del Hofsjökull (810 km2), tercer glaciar más grande de la isla noratlántica.
“Las variaciones de la superficie de los glaciares en Islandia desde los años 1890 muestran una respuesta clara a las variaciones climáticas”, subrayan los autores.
“Estuvieron más o menos sincronizadas en todo el país, aunque las sobretensiones (movimientos poderosos de hielo) y la actividad volcánica subglaciar influyen en la posición de algunos márgenes glaciares”, añadieron.
En 2014, Islandia registró la primera desaparición de uno de sus glaciares, el Ok, ex-Okjökull (“glaciar del Ok”) bajo el efecto del calentamiento.
Los científicos temen que los casi 400 macizos glaciares de Islandia desaparezcan de aquí a 2200.
Las investigaciones publicadas el lunes son una contribución de los científicos islandeses al próximo informe de evaluación del Grupo de Expertos Intergubernamentales sobre la Evolución del Clima (GIEC) de las Naciones Unidas, cuya publicación está prevista para 2022.
Los glaciares de Alaska, los Alpes e Islandia hacen parte de los que retrocedieron más rápido en el mundo en los últimos años, según un vasto estudio mundial publicado en abril por Nature.
Los alrededor de 220.000 glaciares del planeta perdieron un promedio de 267.000 millones de toneladas de hielo anuales entre 2000 y 2019.
Un ritmo anual que se aceleró en un 30% en dos décadas y ahora casi llega a los 300.000 millones de toneladas.