La superfetación es un fenómeno muy infrecuente y bastante sorprendente. Consiste en que una mujer, estando embarazada, se vuelve a quedar embarazada en la misma gestación.
El término procede del latín. Super significa ‘sobre’ y fetus, ‘cría’. Es decir, ‘concebir de nuevo’. Se han descrito pocos casos, aunque en 2016 cobró relevancia lo sucedido a Jessica Allen.
La reproducción asistida puede tener relación con este suceso y de ahí que sea posible que aumente su incidencia. Por ello, en este artículo te explicamos todo lo que debes saber sobre la superfetación y cómo ocurre.
¿En qué consiste la superfetación?
La superfetación, tal y como explica la Real Academia Española (RAE), se define como la concepción de un segundo feto durante el embarazo. Es decir, ocurre cuando una mujer se queda embarazada estando ya embarazada de un primer bebé.
El resultado es el desarrollo de dos bebés, mellizos, que tienen diferente edad gestacional. La superfetación es algo relativamente frecuente en animales. Por ejemplo, en roedores, ovejas o incluso caballos. Sin embargo, en los humanos se han descrito muy pocos casos.
De hecho, se considera algo muy inusual. La mayoría de casos que se han producido en los últimos años estaban relacionados con las técnicas de reproducción asistida. Similar a lo que sucede con los embarazos múltiples.
La superfecundación (o embarazo múltiple) consiste en la fecundación de dos óvulos de manera simultánea. No es lo mismo. Es decir, se trata de dos óvulos que han sido liberados en el mismo ciclo menstrual. La superfetación implica dos óvulos de diferentes ciclos.
¿Cómo se produce?
Para que se produzca la superfetación deben ponerse en marcha una serie de sucesos de forma simultánea. Lo primero es que, durante el embarazo, se vuelva a producir una ovulación. Esto no ocurre de forma habitual, ya que el sistema reproductivo de la mujer consta de mecanismos para evitar que suceda.
Tal y como explica una publicación de Reproducción Asistida, cuando una mujer se queda embarazada se incrementa la concentración de progesterona. La progesterona es una hormona que evita que maduren nuevos folículos en el ovario.
De esta manera, lo habitual es que se bloquee y sea imposible un nuevo embarazo. Sin embargo, en la superfetación este evento no tiene lugar y aparece otro óvulo susceptible de ser fecundado.
La progesterona también se encarga de espesar el moco cervical. Cuando el moco del cuello del útero se espesa, los espermatozoides no pueden pasar a través de él y no alcanzan el óvulo. No obstante, este mecanismo también falla en la superfetación.
La fecundación del nuevo óvulo suele producirse entre 2 y 4 semanas después del primero. Por eso hay una diferencia en la edad gestacional de ambos fetos. Además, los espermatozoides pueden proceder de diferentes hombres.
De esta manera, la mujer podría estar embarazada de dos bebés de diferentes padres al mismo tiempo. La mayor parte de los casos de superfetación, como hemos señalado, han aparecido asociados a tratamientos de reproducción asistida. La razón es que todas las técnicas requieren fármacos hormonales que pueden afectar los procedimiento normales del cuerpo.
Diferencias entre superfetación y embarazo múltiple
La superfetación tiende a confundirse con la superfecundación, también llamada embarazo múltiple. Es importante no interpretar como iguales dichos tipos de gestación.
En la superfetación los óvulos fecundados proceden de ciclos menstruales distintos. Sin embargo, en el embarazo múltiple ambos óvulos se liberan a la vez. Es decir, proceden del mismo ciclo menstrual.
Por eso en el embarazo múltiple es muy difícil que haya padres diferentes. La superfetación es una gestación múltiple asincrónica que tiene lugar en diferentes momentos. Como suele haber un espacio de tiempo de entre 2 y 4 semanas entre ambas, un feto será más pequeño que el otro. Aquí está el principal motivo por el que no se debe confundir con un embarazo múltiple.
Hay algunos datos que pueden ayudar a diferenciar ambos fenómenos. Además del tamaño fetal, existen diferencias en el latido cardíaco y en otras estructuras, como la longitud craneal o la vesícula vitelina.
¿Cómo se detecta?
El diagnóstico de la superfetación suele realizarse de forma temprana. Lo habitual es que se detecte en la ecografía del primer trimestre, que se lleva a cabo cerca de las 12 semanas de gestación.
En esa ecografía se puede observar la presencia de dos embriones, cada uno en su propia bolsa y con su propia placenta. Además, existe una diferencia en el desarrollo y el tamaño de ambos.
Es común que en el embarazo múltiple haya discordancia entre el peso y el tamaño de ambos bebés. Sin embargo, en la superfetación se pueden apreciar diferencias en el desarrollo de los órganos. Esto no suele ocurrir en la superfecundación.
El parto es de alto riesgo
El parto de las mujeres que experimentan superfetación supone más riesgos que un parto de un único bebé. En las gestaciones múltiples también se considera de alto riesgo. La razón es que ambos fetos nacen al mismo tiempo, tanto si se escoge la vía vaginal como si se hace por cesárea.
Para ser por vía vaginal, ambos bebés deben estar colocados en una posición adecuada. También influye el peso que presenten y su tamaño. Debemos tener en cuenta que, en la superfetación, hay una diferencia en la edad gestacional, lo que complica el procedimiento.
Por lo tanto, es posible que uno nazca con 35 semanas (prematuro, pero con grandes posibilidades de supervivencia) y otro con 32 semanas de gestación (con complicaciones para sobrevivir en el exterior). Cuanto menor es el bebé, más chances hay de que sufra patologías, ya que sus órganos no están completamente desarrollados.
Por eso, en algunos casos se intenta diferir los partos. Es decir, mantener el mayor tiempo posible al feto de menor edad dentro del útero. Así se incrementa la probabilidad de supervivencia.
Casos de superfetación
Como hemos explicado a lo largo del artículo, se han descrito pocos casos de superfetación. El primero se registró en 1932. A partir de ese momento se descubrieron unos 10 más en el siglo XX. En la actualidad, se estima que hay 1 o 2 al año.
El más famoso fue en 2016. La madre se llamaba Jessica Allen. Era una mujer que estaba realizando una gestación subrogada. Es decir, estaba embarazada de un bebé que iba a entregar a una pareja con problemas de fertilidad.
Durante ese embarazo, Jessica se quedó embarazada de otro hombre, su marido. De esta manera, dio a luz a dos bebés que eran biológicamente diferentes. Esto generó controversias éticas y hasta reflexiones sobre las implicancias legales.
La superfetación es muy infrecuente
La superfetación es un fenómeno que consiste en que una mujer queda embarazada mientras ya lo está. La razón por la que sucede es una alteración hormonal. Por eso, se vuelven a producir óvulos fecundables pese a estar gestando a un bebé.
El resultado son dos bebés mellizos que tienen diferente edad gestacional. Es una situación muy infrecuente, pero que es importante diferenciar del embarazo múltiple habitual. No obstante, ambos conllevan riesgos. Por ello, es importante que este tipo de situaciones sean seguidas de forma estricta por un especialista.