El economista y ex director General de Presupuesto, Luis Hernández, consideró hoy preocupante los sostenidos aumentos de precios en los bienes de consumo y de servicios en el país.
Hernández consideró que debe mover a una honda reflexión la situación imperante, que golpea de manera inmisericorde a la familia dominicana, sobre todo a la pobre, a la de bajo poder adquisitivo y a la de menor ingreso.
Afirmó que hay mucho desasosiego en la familia dominicana por la carestía de la vida, y por el panorama difícil que ha generado la pandemia del nuevo coronavirus en los centros de trabajo, en los medios para buscar el sustento de los hogares.
El también ex Viceministro de Haciendas advierte que la inquietud crece día a día por la espiral inflacionaria que se torna indetenible, y que en cambio apunta al incremento por los distintos planteamientos con la intención de detenerla.
Aprecia que hay muchos temores de que iniciativas expuestas para detener las alzas de precios de los bienes y servicios, en vez de mejorar tiendan a golpear con más dureza a los sectores que están con el grito al cielo.
Con justa razón—agrega—sectores pensantes, voces autorizadas como la del ex presidente Leonel Fernández, líder de la Fuerza del Pueblo, han estado llamando a la prudencia con el tema de la reforma fiscal, y la revisión de los esquemas impositivos, y evitar toda acción que no achique aún más el maltratado bolsillo de los grupos empobrecidos.
Luis Hernández considera que la problemática económica y social producto del impacto del Covid-19 obliga a la prudencia con el manejo de temas que de una forma y otra influyen en los precios de los bienes de consumo y de servicio, sobre todo de la canasta familiar, a fin de evitar que en vez de traer mejorías las medidas se traduzcan en un agravamiento de la situación.
Al traer a colación los distintos planteamientos, en especial de esferas gubernamentales, para la discusión e implementación de una reforma fiscal, o la revisión de mecanismos impositivos, sería prudente, aconsejable, que se tome muy en cuenta la difícil situación que vive la familia dominicana.
Indica que se argumenta la necesidad de discutir e implementar nuevas reglas fiscales, de crear mecanismos más eficaces para la asignación de recursos a funciones específicas, impulsar proyectos, e iniciativas que demanda el país, así como crear soportes para enfrentar el déficit fiscal, pero entiende que la etapa que atravesamos reclama mucha reflexión, y un caudal de prudencia, y que cuando pueda materializarse la pretendida reforma fiscal nos enrumbe por el buen sendero.
Luis Hernández cree aconsejable evaluar los riesgos, las implicaciones de abordar el proceso de reforma fiscal, o la revisión de mecanismos impositivos, tributarios, en medio de la situación vive no solo República Dominicana, sino el mundo por las crisis que se ha acentuado por los efectos.