El muguet o candidiasis oral es una infección fúngica de la boca causada por el agente patógeno Candida albicans, un hongo diploide en forma de levadura de la familia de los sacaromicetos. La prevalencia de esta patología aumenta en los pacientes inmunodeprimidos, pero de todas formas, es más común en infantes menores de 1 año, con una incidencia de 38 afectados cada 10 000 habitantes.
C. albicans es un patógeno oportunista, ya que vive en el tracto respiratorio, gastrointestinal y genitourinario de forma normal en el ser humano. Durante la lactancia, la candidiasis es un evento común (el infante se infecta por la flora materna en el momento del parto), pero a partir del primer año de edad puede ser un signo de inmunodeficiencia.
Por estas razones, el muguet es más común en los niños menores de 6 meses y en adultos ancianos, los que son más proclives a sufrir problemas a nivel inmune. Si quieres saberlo todo sobre esta patología en bebés, continúa leyendo.
Sobre Candida albicans
Como hemos dicho, en casi todos los casos la afección es causada por el hongo Candida albicans, aunque este no es siempre el caso. Tal y como indica el portal médico StatPearls, la infección a veces encuentra su causa en C. glabrata, C. tropicalis o C. krusei. De todas formas, estos patógenos infectan a mayores de 80 años.
Como el resto de hongos, los del género Candida son microorganismos no fotosintéticos heterótrofos que se alimentan de los azúcares e hidratos de carbono presentes en las mucosas superficiales del organismo. Crecen mejor a la temperatura de 37 grados centígrados y presentan distintos fenotipos, de tipo levadura e hifa.
Candida albicans produce el 95 % de los casos de candidiasis oral, pero no todas las personas que presentan este microorganismo desarrollan la enfermedad. Según la revista Journal of Fungi, el 80 % de la población mundial es portadora asintomática del hongo, que coloniza el tracto gastrointestinal y genitourinario sin causar mayores problemas.
Por desgracia, C. albicans se adapta muy bien a los cambios, así que puede proliferar de forma excesiva ante ciertos eventos ambientales o si el paciente presenta inmunosupresión.
Mecanismo patogénico
Las especies de Candida causan el muguet en adultos cuando su sistema inmune se ve debilitado, ya sea de forma local, secundaria o por el consumo de ciertos fármacos. El crecimiento descontrolado del hongo da lugar a una pseudomembrana que pasa por una adhesión del patógeno a la pared de las células del epitelio colonizado.
Una vez se ha adherido y multiplicado en la superficie mucosa, C. albicans comienza una filamentación y la formación de tubos germinales. Tras ello, el hongo produce enzimas fosfolipasas y proteinasas que provocan daño tisular localizado y respuesta inflamatoria. La colonización sistémica del hospedador depende, en su totalidad, de la eficacia del sistema inmune.
Síntomas del muguet
Hemos explorado qué es la candidiasis de forma general y cómo se multiplica C. albicans en su hospedador. En este punto, vemos de especial interés cubrir la sintomatología de la infección oral en neonatos.
El portal Kidshealth y otras fuentes médicas nos ayudan a describir los síntomas más comunes, que son los siguientes:
Lesiones blancas o “cremosas” en la lengua y en las mejillas internas: esto corresponde a la invasión de la forma filamentosa en el tejido mucoso. Se puede observar, a simple vista, el crecimiento del patógeno dentro de la boca del infante. Estas heridas tienen un aspecto similar al requesón.
Dolor y sangrado leve: es común que las mucosas sangren si se rascan o se someten a un movimiento de frotado con las estructuras de la boca.
Agrietamiento de las comisuras de los labios: las placas blanquecinas se pueden extender a la comisura labial. A diferencia de los residuos normales, estas manchas no se pueden limpiar con un trapo húmedo.
Incomodidad: algunos bebés pueden ser incapaces de beber leche materna o de succionar, pues sentirán irritación en el aparato oral.
Por llamativas que sean las lesiones aterciopeladas en la cavidad oral del neonato, las fuentes médicas citadas hacen especial hincapié en que se trata de una patología fácil de tratar. En bebés se concibe como una infección normal que no va más allá del ámbito pediátrico.
Causas de la candidiasis oral en bebés
Tal y como indica otro artículo publicado en StatPearls, hasta el 37 % de los niños recién nacidos se verán afectados por el muguet durante sus primeros meses de vida. Los recién nacidos son colonizados por Candida al pasar por el canal del parto, aunque esta también puede saltar al nuevo hospedador durante el acto de lactancia.
Este no es un evento clínico preocupante, pues solo denota que el sistema inmune del recién nacido no está del todo desarrollado. De todas formas, fuera de la etapa inicial de lactancia, una candidiasis oral puede ser de los primeros síntomas de inmunodeficiencia en el infante.
Factores de riesgo
El hecho de que un recién nacido se infecte no implica nada; se espera que el sistema inmune no esté familiarizado con el hongo. Que una candidiasis oral aparezca en adultos, de todas formas, sí que puede ser preocupante.
Algunos de los factores de riesgo para desarrollar muguet, más allá de la lactancia, son los siguientes:
Tener una mala salud general, algo que suele ir acompañando al hecho de ser anciano.
Llevar dentadura: hasta el 65 % de los ancianos que necesitan dentadura desarrollan candidiasis oral. Las piezas dentales artificiales le otorgan a Candida un microambiente perfecto para su multiplicación.
Tener las glándulas salivales deprimidas: la saliva contiene en su interior antimicrobianos y antifúngicos que mantienen las poblaciones patógenas a raya.
Tomar antibióticos: existen colonias bacterianas que, habitando la mucosa oral, impiden de forma indirecta el sobrecrecimiento fúngico. Si estas se eliminan, Candida carece de competidores y se puede expandir.
Tener VIH o sida: por desgracia, el muguet es uno de los primeros síntomas en personas VIH-positivas. Más del 90 % de las personas con sida desarrollan candidiasis en algún momento de sus vidas.
Tal y como indica la Biblioteca Nacional de los Estados Unidos, algunos tratamientos a base de esteroides y la quimioterapia también favorecen que aparezca muguet. Todo lo que deprima el sistema inmune o elimine microorganismos comensales de la mucosa oral estimula el sobrecrecimiento de C. albicans.
Pruebas de diagnóstico
Según la Clínica Mayo, si la candidiasis oral afecta solo a la boca, basta con una exploración física. Para ello se examina a fondo, se toma una muestra de la mucosa y se observa bajo el microscopio. Por último, se puede realizar un análisis sanguíneo para tratar de encontrar evidencias de una posible inmunosupresión.
En niños menores de 6 meses, el último paso no suele ser necesario. Como hemos dicho, esta infección se considera parte de la norma en el crecimiento de un recién nacido, así que no tiene por qué evidenciar un cuadro patológico subyacente.
Tratamientos de la candidiasis oral en bebés
Es posible que el muguet desaparezca tras 1 o 2 semanas en recién nacidos. De todas formas, a veces es necesario un abordaje con antifúngicos, así que en todos los casos es mejor acudir al pediatra.
Dependiendo de la gravedad, las opciones son las siguientes:
Cuadros leves: se recomienda un tratamiento tópico, es decir, de aplicación directa en la zona oral afectada. También es posible que el pediatra le recete al niño alimentos ricos en Lactobacillus, una bacteria simbionte de nuestro organismo que puede limitar el crecimiento de otros patógenos.
Casos moderados: se utiliza fluconazol, un fármaco especializado en tratar enfermedades fúngicas superficiales y sistémicas. En los casos moderados se administran 200 miligramos en una sola dosis y luego 100 miligramos durante 7-14 días. Insistimos en que este tratamiento no es usual y se contempla en adultos inmunodeprimidos enfermos.
Casos que no responden al tratamiento usual: aquí se recurre al itraconazol y posaconazol, necesitando que el paciente deje de ingerir alimentos durante unas 48 horas durante el inicio.
Como hemos dicho, en muchos casos el muguet en bebés desaparece solo. A menos que el sistema inmune del neonato esté deprimido y no responda a los abordajes citados, no se recurre a otros tratamientos sistémicos.
La candidiasis oral no debe preocuparnos en los bebés
El muguet o candidiasis oral es algo completamente normal en bebés. Esta es la respuesta de su organismo a la primera colonización de C. albicans, así que no es necesario alertarse de más o echarse las manos a la cabeza. Se trata de un cuadro comprendido en la habitualidad del recién nacido.
Por otro lado, si el muguet aparece en un niño más grande o en un adulto, puede ser una señal de inmunodeficiencia. En estos casos, los médicos realizarán pruebas accesorias al paciente para tratar de dilucidar qué está provocando la candidiasis.
Fuente: Mejor con salud