La erupción del volcán La Soufriere en San Vicente y las Granadinas tendrá su impacto en la República Dominicana ya que se proyecta el ingreso de dióxido de azufre al país finalizando este miércoles con trayectoria sur-norte.
Según un boletín de SURA sobre la evolución de la erupción , la concentración de este gas irá aumentando en la nación caribeña, llegando a valores considerables a partir del 18 de abril.
Las erupciones ocurridas liberaron gran cantidad de compuestos potencialmente tóxicos, como el dióxido de azufre, monóxido de carbono, óxido de nitrógeno, diversos hidrocarburos y partículas.
Se espera que después de esta última erupción explosiva haya otras que pueden durar días o incluso semanas, lo cual incrementaría la concentración de estos compuestos en la atmosfera.
Según los expertos, la principal preocupación se centra en la presencia de dióxido de azufre, ya que es el compuesto que en mayor cantidad se liberó por la erupción.
Este contaminante representa un riesgo para la salud ya que puede producir irritación ocular por formación de ácido sulfuroso sobre las mucosas húmedas, irritaciones en el sistema respiratorio, exacerbación aguda de síntomas respiratorios (asmas, bronquitis, enfisemas, etc), afecciones e insuficiencias pulmonares, colapsos circulatorios, dolor de cabezas, entre otros.
El coordinador de la ONU para Barbados y el Caribe Oriental, Didier Trebucq, advirtió este miércoles que la erupción del volcán La Soufriere en San Vicente y las Granadinas abre la posibilidad de una crisis humanitaria en este pequeño territorio caribeño y en las islas cercanas.
“Esta crisis puede durar más de seis meses”, destacó Trebucq en rueda de prensa virtual sobre la erupción del coloso, en constante actividad desde el pasado viernes.
El funcionario dijo que el sistema de abastecimiento de agua en San Vicente está totalmente paralizado y que la población depende completamente de los víveres que llegan en barco desde islas vecinas.
Reveló que en estos momentos hay cerca de 4.000 personas distribuidas en más de 80 refugios repartidos por San Vicente, que cuentan, de momento, con suficientes víveres.
Añadió que otra de las prioridades es evitar que las cenizas alcancen a la población y provoquen daños a la salud. “Hay cerca de 20.000 personas expuestas a los efectos de las cenizas”, indicó, después de insistir en que no se sabe con certeza por cuánto tiempo podrá continuar la erupción.
