El presidente Andrés Manuel López Obrador “extravió la verdad”: en sus 589 conferencias de prensa ha dicho más de 48,000 afirmaciones no verdaderas, que representa un promedio de 85 por cada “diálogo circular” que encabeza en el Palacio Nacional.
La organización Signos Vitales presentó este jueves el reporte “El valor de la verdad. A un tercio del sexenio”, con cifras de SPIN Taller de Comunicación. Advierte que el mandatario mexicano ya duplicó las 23,000 mentiras que The Washington Post le contabilizó al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en sus cuatro años de gobierno.
“Con un montaje profesional y una adecuada batería de preguntas a modo, el país se prepara cada mañana para escuchar el mismo guión de falsedades, verdades a medias, combinación de acusaciones, datos no verificables y denostaciones en contra de detractores, así como la interminable lista de promesas incumplidas”, advierte este reporte que evalúa lo afirmado por el presidente en temas de salud, economía y seguridad.
La excomisionada presidenta del IFAI (hoy Inai) Jacqueline Peschard, aseguró que el presidente no solo miente, sino que incluso ha generado una distorsión de la realidad.
“El gobierno de López Obrador ha extraviado el valor de la verdad, es decir, parece que no solamente fomenta un culto a la mentira, medias verdades, a la proliferación de datos no verificables, sino que hay una utilización selectiva de la información y esa utilización selectiva lo que hace es permitir que se alimente no solamente la mentira, sino el problema de la mentira es que genera una suerte de distorsión de la revisión de la realidad”, advirtió.
Uno de los aspectos que se analizaron en el reporte es la concentración de poder a la que ha recurrido López Obrador a través de amenazas, debilitamiento o desaparición de órganos autónomos.
“El gobierno de López Obrador se caracteriza por un afán desmedido de concentración de poder. La concentración de poder en una sola persona es la formula para impulsar su programa de gobierno y lo que tiene como sustento es la legitimidad que le dieron en las urnas en 2018”, destacó Peschard.
De lunes a viernes el mandatario dedica dos horas de su día para encabezar la conferencia de prensa en la que aborda avances de su gobierno, pero también suele lanzar advertencias y polarizar el ambiente.
Eduardo Backhoff Escudero, ex consejero del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, comentó que en esta administración se ha hecho creer que hay dos bandos: los que están con el presidente y su gobierno y los que están en su contra.
“En México sufrimos una polarización y una tensión que produce la pretensión del gobierno de monopolizar la verdad, y excesiva moralización del propio político. Los enemigos de la 4T son malos y corruptos, mientras que los de la 4T son buenos y honrados”, destacó.
La manipulación propagandística de la información no es exclusiva de México. El economista Luis de la Calle afirmó que en los últimos 15 años ha habido un recrudecimiento de esa manipulación por parte de gobiernos y líderes políticos del mundo.
De la Calle explicó que en México y en el mundo este recrudecimiento se explica por dos factores: la población se siente desamparada en términos de participación democrática y las redes sociales se han polarizado.
El economista advirtió que ese recrudecimiento de la manipulación propagandística de la información conlleva riesgos de concentración de poder.
“En la medida que concentramos el poder y caemos en el tlatoanismo de la presidencia imperial, tenemos menor democracia, tenemos menor inclusión porque la falta de democracia en México nos lleva a la exclusión y tenemos mayor corrupción”, señaló.
Con López Obrador, dijo, no es solamente la manipulación de la información actual, sino la interpretación de la historia.
“El presidente López Obrador quisiera tener una historia oficial que se apegue a su visión de la historia de México, única y que esa visión de la historia de México es la que explica la cuarta transformación”, comentó.
De acuerdo con el reporte, en estos dos años de gobierno el presidente ha recurrido a decretos, muchos de los cuales invaden facultades de otros poderes e incluso son violatorios de los derechos humanos, para impulsar su programa de gobierno y concentrar el poder.
“Para que el proyecto de López Obrador pueda realizarse es necesario torturar nuestra constitución y sobre todo las consecuencias de esta tortura es que hay violaciones a competencias de otras instituciones de gobierno, una violación a los derechos humanos”, comentó Peschard.
Fuente: EFE
