El narcotráfico internacional y el microtráfico local utiliza todo tipo de artimaña para movilizar drogas y evitar sospecha o ser descubiertos por autoridades.
Es que el lucrativo y peligroso negocio de las drogas conlleva de mucho ingenio para el transporte y distribución, que son las partes más críticas y riesgosa de esa actividad ilícita.
Los vendedores de drogas deben ir varios pasos delante de las autoridades para evitar ser persecuciones, capturas y enfrentar las duras penas que conlleva este delito o una eventual extradición a Estados Unidos.
Los productos del agro son los mayores usos a la hora de camuflar estupefacientes, especialmente en contendores fuera del país.
Pero no se siempre se requiere un contenedor y enviar en un barco, hay desaprensivos que lo hacen en yucas, que aparentan ser vendidas en las calles, en una guagua de las denominadas “platanera” y hasta en frente de la cárcel La Victoria.
Una yola tiene el doble propósito de transportar y además de servir de que su estructura, de fibra de vidrio, también se ese como escondite.
En tierra, las caletas en vehículos proporcionan variedad para ocultar drogas. En este caso, fue usado un equipo de sonido para para evitar ser descubierto, pero no funcionó.
Los sacos y plásticos son de mucho uso para transportar drogas, sobre todo en altamar.
Hay otros más atrevidos y se adhieren la droga al cuerpo, método muy usado cuando la vía es un aeropuerto.
El microtráfico hace uso hasta de encaletar la mercancìaun una pared, no importa que sea de metal.
A través de una agencia de viaje, desaprensivos fueron descubierto al tratar de enviar drogas encaletadas en adornos de forma de llaveros de tamboritas hacia Estados Unidos.
El uso de vientres de personas, denominadas mulas, constituyen una forma tradicional de traficar con drogas.