El Gobierno de Jair Bolsonaro anunció este martes un nuevo jefe de la Policía Federal de Brasil, un cargo que ha cambiado tres veces en menos de un año y que en 2020 generó una grave crisis en el Ejecutivo por la presunta injerencia del mandatario en la institución.
El ministro de Justicia, Anderson Torres, quien este martes asumió la cartera, informó en sus redes sociales de la designación del comisario Paulo Maiurino como nuevo director general de la Policía Federal, un órgano autónomo aunque vinculado a su despacho.
“Iniciamos hoy el proceso de transición del cargo para el Dr. Paulo Maiurino, a quien le deseo lo mejor en esta importante función”, indicó Torres en su perfil oficial de Twitter.
Maiurino sustituirá en el puesto al también comisario Rolando de Souza, que comandaba la institución desde mayo del año pasado.
Entonces, el nombramiento de Rolando de Souza vino precedido de serias turbulencias dentro del Gobierno de Bolsonaro que culminaron con la renuncia del ministro de Justicia de la época, el popular exjuez Sergio Moro, el 24 de abril de 2020.
Moro, encargado en su etapa de magistrado de los casos de la operación anticorrupción Lava Jato, dimitió al oponerse, según denunció, a la intención de Bolsonaro de cambiar la cúpula de la Policía Federal, que dirigía Mauricio Valeixo.
En una rueda de prensa, el exjuez acusó al líder ultraderechista de intentar “interferir” políticamente en la Policía Federal, donde tramitan distintas investigaciones que afectan a los hijos del jefe de Estado.
Como sustituto, Bolsonaro le dijo que nombraría al comisario Alexandre Ramagem, públicamente conocido como amigo de la familia del presidente, a lo que Moro se opuso y optó por renunciar.
Días después, Bolsonaro efectivamente designó a Ramagem como director de la Policía Federal, pero el nombramiento fue anulado, poco antes de que asumiera el cargo, por un juez de la Corte Suprema, debido a la proximidad del agente con la familia del gobernante y, en especial, con dos de sus hijos investigados.
El fallo del alto tribunal obligó a Bolsonaro a buscar otro nombre: Rolando de Souza, que ahora será sustituido por Paulo Maiurino.
A raíz de las declaraciones de Moro, el Supremo autorizó, a pedido del Ministerio Público Federal, una investigación contra el presidente brasileño, pero también contra el exjuez para comprobar la veracidad de sus acusaciones.
El caso aún está bajo investigación y la máxima instancia judicial del país aún tiene pendiente debatir cómo será el interrogatorio a Bolsonaro, si estará obligado a declarar de forma oral o podrá defenderse por escrito.
Fuente: EFE