Redacción N Digital
En menos de un mes, el sector Salud de la República Dominicana ha sufrido dos renuncias y una destitución de lugares estratégicos para el oportuno desarrollo del plan de contingencia nacional para mitigar las consecuencias de una pandemia que lleva un año azotando el país.
La primera baja que sufrió la institución que regula la salubridad dominicana fue la del director de Gabinete, y viceministro de Salud Pública, Robinson Díaz, quien presentó su renuncia justo dos días antes de que estallara el escándalo por las licitaciones por jeringas que serían utilizadas para campaña de vacunación contra el covid.
La decisión fue anunciada por el propio funcionario a través de su cuenta de Twitter, donde justificó que se debía a que en lo adelante emprendería un nuevo reto que daría a conocer con todos los que le apoyaron durante su gestión.
Aunque días más tardes, Díaz recalcó que su renuncia al cargo no se debió a la suspensión del procedimiento para la compra de jeringuillas, al igual que la licitación para otros insumos necesarios para el proceso de vacunación, sin dejar saber mayores informaciones de aquel reto que emprendería.
Justo una semana después el presidente Luis Abinader, mediante el decreto No. 131-21 destituyó al ministro de Salud, Plutarco Arias, sin hasta el momento dar mayores razones del porque sería eliminado del puesto, con una legislativa que no estipulaba un sucesor para el puesto.
Al ser emitido el mandato, Arias utilizó su cuenta de Twitter para atribuir a sectores interesados la ola de críticas desatadas en su contra tras la publicación de una licitación para la compra de jeringuillas con precios supuestamente adulterados, la cual fue cancelada.
Aunque no identificó esos sectores, los acusó de emitir “extorsiones y chantajes” con la finalidad de distorsionar su labor.
Arias entregó su puesto en el Ministerio de Salud al doctor Daniel Rivera, quien es uno de los socios de la Clínica Unión Medica del Norte, donde Plutarco también funge como accionista mayoritario.
La noche de este martes se dio a conocer que el superintendente de Salud y Riesgos Laborales (Sisalril), Pedro Luis Castellanos, presentó la renuncia a su cargo, de acuerdo con una carta enviada al ministro de Trabajo, Luis Miguel De Camps, fechada el 05 de marzo de este año.
Castellanos detalló en el documento que su renuncia de la Sisalril, puesto que ocupa desde el 2015 y siendo ratificado en el mismo en 2020, será efectiva a partir del 31 de marzo.
Evidenciando que dentro del sistema de salud existe una fuga de grandes e importantes piezas justo en una curva crucial para ganar la batalla al COVID 19, al registrar más de medio millón de dominicanos vacunados.
Aunque, no solo en el país se han registrado este tipo de deserto, en Ecuador el ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, hizo pública su renuncia irrevocable en medio de un escándalo por el suministro de la vacuna contra el virus a personas alejadas de la lucha contra la enfermedad en primera línea, entre ellas la madre del funcionario.
