Cruzó la calle por donde no debía y ahora podría ser deportado en cualquier momento.
La familia de Javier Castillo se mantiene en vilo desde hace más de un año, cuando el hondureño de 27 años fue arrestado por la policía en el Bronx, Nueva York, por el cruce improcedente de una calle.
Desde entonces ha pasado por cárceles de Nueva York, Nueva Jersey y Louisiana y esta semana un juez de inmigración denegó su solicitud de salir de prisión bajo fianza.
Castillo, quien en su momento se acogió a un programa de alivio migratorio temporal para jóvenes inmigrantes, espera ahora la decisión de otro juez que podría significar su deportación a Honduras o la reunificación con su madre y hermanos en el Bronx.
Desde hace meses la odisea de este joven es condenada por numerosos grupos de defensa de inmigrantes y congresistas, ya que la ciudad de Nueva York ha admitido públicamente que fue un error entregar a Castillo a las autoridades federales de inmigración y ha pedido su liberación. Los cargos de cruce improcedente y otros que se le añadieron después fueron todos desestimados.
“La continua detención de Javier por parte de las autoridades de inmigración y de muchos otros viola nuestras normas universales básicas de cómo la gente debería ser tratada en este país y por este gobierno”, dijo a la AP Terry Lawson, la directora ejecutiva de Unlocal, una organización que defiende a Castillo Maradiaga en las cortes.
Alma Maradiaga llegó desde Honduras a Estados Unidos en 1997, bajo el amparo migratorio llamado Estatus de Protección Temporal, más conocido como TPS. Dos de sus hijos, Castillo, de 8 años, y Jason, de seis, cruzaron la frontera sur de Estados Unidos en 2002 y otra hija, Dariela, llegó unos meses más tarde.
La agencia de Inmigración y Control de Aduanas (ICE por sus siglas en inglés) dijo a la AP que tras llegar ilegalmente al país, un juez ordenó que Castillo tenía hasta el 1 de enero de 2004 para regresar a Honduras. El niño se quedó en Estados Unidos.
En diciembre de 2019 Castillo fue arrestado por el cruce de calle y entregado a ICE.
En enero de 2020, un juez de inmigración denegó el pedido del joven de suspender la orden de deportación. La Junta de Apelaciones de Inmigración desestimó, además, su apelación.
El Departamento Legal de la ciudad de Nueva York ha dicho que la entrega de Castillo a ICE fue un “error operacional” y que, tras descubrirse, un funcionario del Departamento de Prisiones fue suspendido y asignado a otro puesto. El departamento municipal pidió a ICE la inmediata liberación de Castillo pero la agencia no ha accedido.
“Desde el 26 de febrero se encuentra bajo custodia de ICE en la cárcel del condado de Hudson (Nueva Jersey)”, dijo el vocero de la agencia.
Castillo podría ser retornado a su país porque un juez de Texas frenó recientemente la orden del presidente estadounidense Joe Biden de congelar las deportaciones durante 100 días.
ICE también dijo a la AP que a pesar de que Castillo se acogió hace años al alivio migratorio para jóvenes inmigrantes conocido como DACA, el joven no lo renovó y por lo tanto ya no está amparado por este programa.
Los abogados y activistas que han celebrado varias protestas en defensa de Castillo por las calles de Manhattan dicen que seguirán luchando para que el hondureño permanezca en Estados Unidos con su familia.
“Seguiremos batallando en contra de la detención y deportación de Javier junto a la comunidad que le apoya y junto a todos aquellos cuyas vidas han quedado drásticamente afectadas por nuestra máquina de deportación”, dijo Lawson.
Fuente: VOA