La insuficiencia de cuello uterino también se conoce como insuficiencia cervical o cuello del útero incompetente. Tiene lugar cuando el cuello del útero se dilata demasiado pronto durante el embarazo, por lo general sin ningún otro síntoma. Esto lleva a que el parto sea prematuro o se presente un aborto.
Lo normal es que esta zona se dilate solo cuando se inicia el parto, como respuesta a las contracciones. Si hay insuficiencia del cuello uterino, dicha dilatación se produce durante el segundo trimestre del embarazo, sin dolor ni contracciones.
Esta anomalía solo se puede detectar cuando una mujer está embarazada. En otras condiciones, su útero se ve normal. Si una mujer ha presentado insuficiencia de cuello uterino en un embarazo anterior, lo más probable es que suceda lo mismo en otras gestaciones.
Síntomas comunes de la insuficiencia de cuello uterino
La insuficiencia de cuello uterino no causa ningún síntoma al comienzo del embarazo. Solo algunas mujeres presentan un sangrado leve durante las semanas 14 a 20 de la gestación. Tal sangrado puede durar algunos días o varias semanas.
Asimismo, algunas mujeres presentan molestias durante el segundo trimestre del embarazo, como las siguientes:
Sensación de presión en la pelvis.
Un dolor en la espalda que se experimenta como extraño.
Calambres abdominales leves.
¿Qué lo causa?
La ciencia no ha logrado establecer cuál es la causa específica de la insuficiencia cervical. Sin embargo, sí se han señalado algunos de los factores que incrementan el riesgo de padecer esta anomalía. Los más importantes son los siguientes:
Embarazo múltiple. La insuficiencia de cuello uterino se presenta con más frecuencia en mujeres que gestan varios bebés de forma simultánea.
Haber presentado un desgarro de cuello uterino en un parto anterior.
Antecedentes de LEEP. Este es un procedimiento electroquirúrgico de escisión que se realiza para prevenir el cáncer de útero.
Trastorno del tejido conjuntivo congénito. Comprende varias anomalías en el útero que se presentan al nacer, como es el caso del síndrome de Ehlers-Danlos.
Defectos congénitos del útero. Están presentes al nacer y significan que el útero tiene una anormalidad.
Lesión o trauma en el cuello uterino.
Exposición al dietilestilbestrol. Este es un fármaco hormonal. Si la madre de una mujer ha tomado este medicamento cuando la estaba gestando, aumenta el riesgo de presentar insuficiencia cervical.
Las mujeres que han tenido abortos espontáneos, en particular si ocurren antes del cuarto mes, tienen mayor riesgo de presentar insuficiencia de cuello uterino.
Diagnóstico de la insuficiencia de cuello uterino
El diagnóstico de la insuficiencia cervical es difícil, en especial cuando se trata del primer embarazo. Si el proveedor de salud sospecha que existe esta anomalía, podría ordenar algunas pruebas y procedimientos para confirmarlo.
Ecografía transvaginal. Esta prueba permite medir la longitud del cuello uterino y establecer si hay membranas que sobresalen a través de este. Si el cuello mide menos de 25 milímetros, se confirma la insuficiencia cervical.
Examen pélvico. Se trata de una inspección visual y manual que permite establecer si el saco amniótico y las membranas fetales están en su lugar o no.
Análisis de laboratorio. Se lleva a cabo cuando hay sospecha de infección. Para determinarlo, se toma una muestra de líquido amniótico y se analiza en el microscopio.
Insuficiencia de cuello uterino: tratamientos disponibles
Una vez que se ha confirmado el diagnóstico de insuficiencia de cuello uterino, existen tratamientos para evitar consecuencias graves. El objetivo de todos ellos es retrasar el parto el máximo tiempo posible. Algunos de estos son los siguientes.
Suplementos de progesterona
Un estudio llevado a cabo por varios centros médicos y universidades de los Países Bajos señaló que la suplementación de progesterona reduciría el riesgo de parto prematuro y de aborto espontáneo, cuando una mujer tiene el cuello uterino corto. La progesterona se administra en forma de inyección o de supositorio vaginal.
Cerclaje cervical
El cerclaje cervical es un procedimiento quirúrgico mediante el cual se cierra el cuello del útero con unas suturas fuertes. Este cerclaje es retirado entre las semanas 36 a 38, cuando ya es seguro dar a luz, ya que en la semana 37 se considera que el embarazo está a término. A veces la sutura se quita en el momento del parto.
Pesario de Arabin
Este es un procedimiento en el cual se envuelve y se cierra el cuello uterino, mediante un anillo diseñado especialmente para esto. En este caso, no se requiere de cirugía. Se cree que esta técnica es muy eficaz cuando la madre tiene un cuello uterino en embudo, es decir, en forma de «V». Sin embargo, aún falta investigación al respecto.
Reposo en cama
El reposo en cama, o reposo pélvico, ha probado ser un método eficaz para retrasar el parto. Tal reposo puede ser parcial o total. En algunos casos es posible que la madre solo pueda levantarse para comer e ir al baño. Aunque esto podría ser muy molesto, lo cierto es que es un método sencillo y probado.
Factores de riesgos y complicaciones
El factor de riesgo más evidente en estos casos es el traumatismo cervical. Si existe algún tipo de lesión o se ha practicado una cirugía en el área, aumenta la posibilidad de que haya insuficiencia del cuello uterino.
Como ya lo habíamos anotado, otros factores de riesgo son los problemas congénitos, las enfermedades de los tejidos conectivos y la exposición al fármaco dietilestibestrol. Sin embargo, muchas de las mujeres que presentan esta condición no tienen ningún factor de riesgo conocido.
Se ha establecido que las mujeres afroamericanas tienen un riesgo ligeramente mayor de presentar este problema. En cuanto a las complicaciones, las más obvias y graves son el nacimiento prematuro o la posibilidad de aborto.
La revisión natal periódica es esencial
No existe la posibilidad de saber si una mujer tiene insuficiencia del cuello uterino, a menos que esté embarazada. Esto genera una dificultad importante para el diagnóstico y el tratamiento temprano de este problema.
Lo más adecuado es mantener una atención prenatal continua y eficiente. Es necesario comunicarle al médico cualquier síntoma, aunque no parezca revestir ninguna gravedad. También es aconsejable formularle cualquier duda o pregunta que se tenga. De esta manera, se reduce el riesgo de cualquier eventualidad repentina.
Fuente: Mejor con salud