La epidemióloga de la Universidad de Nueva Gales del Sur, Mary-Louise McLaws, especialista en enfermedades infecciosas y consejera de la Organización Mundial de la Salud (OMS), afirmó: “El éxito en la gestión del coronavirus en Australia se basa en la aplicación más estricta de las medidas de contención y control: el cierre de fronteras internacionales, los confinamientos y restricciones de movilidad, el respeto por mantener la distancia social y la cantidad de tests realizados a la población”.
Por su parte, el ministro de Salud, Greg Hunt, anunció que la vacunación se llevará adelante en los próximos días. “La vacunación es el siguiente paso crítico en la protección de los australianos”, manifestó el funcionario de dicha cartera, quien además, agregó:“todos los poseedores de una visa tendrán la opción de protegerse, a ellos y al resto de la comunidad”, es decir que recibirán la vacuna de manera gratuita.
Pero mientras tanto, hasta el inicio del programa, la medidas continúan con la rigurosidad que necesita. Para quienes ingresen al país, tienen que pedir una exención y presentarla en el paso fronterizo. “Cuando aquí se impone una ley de este tipo, la gente sabe que si se la salta pagará por ello. Y las multas son muy altas, desde los 40 mil hasta los 66 mil dólares”, explica la epidemióloga McLaws.
Cabe aclarar que Australia ha logrado acorralar al virus a costa de un enorme trabajo y de seguir la misma táctica que Taiwán, Singapur o Vietnam, países que ya tenían experiencia en el control de pandemias cuando el COVID-19 comenzó a expandirse hace más de un año.