Los legisladores demócratas diseccionaron en la segunda jornada del juicio político al presidente Donald Trump, el asalto al Capitolio del pasado 6 de enero, usando audios y videos que no se habían mostrado hasta ahora y que ilustran lo cerca que estuvo la multitud de alcanzar a senadores y congresistas.
En los videos se puede ver al vicepresidente Mike Pence siendo evacuado del hemiciclo hacia un refugio dentro del Capitolio, mientras la turba recorría los pasillos gritando su nombre y el de la vicepresidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi.
En audios presentados en la audiencia, también se escucha a los policías que resguardaban el Congreso de Estados Unidos ese día pedir refuerzos, reconociendo que la multitud sobrepasó sus líneas de defensa y alertando que los alborotadores estaban armados con gas pimienta, bates y postes.
A raíz de estos disturbios, la Cámara Baja aprobó iniciar un nuevo juicio político a Trump, que ahora se encuentra en el Senado, donde se desarrolla el proceso como tal y que concluirá con una votación para condenar o no al expresidente por “incitar a la insurrección”.
Esas afirmaciones sin fundamento se prolongaron hasta después de las elecciones, cuando los resultados dieron como ganador al ahora presidente Joe Biden y el día de la certificación de las elecciones en el Congreso, el discurso que el presidente dio a sus seguidores congregados en Washington DC fue la chispa que prendió la llama, expusieron los demócratas.
“Este ataque fue provocado por el presidente y, como resultado, fue predecible y previsible. Tuvo el poder de detenerlo y no lo hizo”, dijo uno de los fiscales del juicio, el representante Joe Neguse.
En los próximos días, los gestores y la defensa de Trump tendrán cada uno 16 horas en el transcurso de dos días para presentar su caso, después de lo cual los senadores tendrán un total de cuatro horas para interrogarlos.
El gestor principal del juicio, el congresista Jamie Raskin, aprovechó su intervención inicial para responder a uno de los principales argumentos que la defensa del presidente dio el martes: que Trump no es responsable por los actos del Capitolio porque, con su discurso, estaba ejercitando su derecho a la libertad de expresión.
El legislador —un experto en derecho constitucional—dijo que el presidente se diferencia de un ciudadano corriente en que hizo un juramento para proteger la Constitución.
“Si usted es el presidente de Estados Unidos, ha escogido una postura con su juramento al cargo”, sostuvo Raskin. “Si lo rompe, lo podemos condenar, destituir e inhabilitar permanentemente para ostentar un cargo público”, subrayó el congresista.
“Este ataque fue provocado por el presidente y, como resultado, fue predecible y previsible”, Joe Neguse, congresista de EEUU.
Raskin citó una carta que firmaron más de 100 abogados, incluyendo miembros de la asociación conservadora Federalist Society, expresando que la 1ª Enmienda no protege al presidente de ser condenado por incitar a la violencia.
“La 1ª Enmienda no es una defensa contra el artículo de juicio político presentado contra el expresidente”, lee la carta, “el presidente no tiene el derecho bajo la 1ª Enmienda de incitar a una turba y luego sentarse de brazos cruzados mientras esa turba enardecida invade el Capitolio”.
Las pruebas
El representante Neguse explicó que las evidencias que presentarán en el curso del juicio se van a dividir en tres partes: la incitación, el ataque y el daño.
El miércoles, como parte de la presentación de pruebas sobre la incitación, se proyectaron mensajes del expresidente Trump en redes sociales y discursos que dio durante distintos actos de campaña con los que el presidente promovió, desde octubre, la teoría de que, si perdía las elecciones sería porque había habido fraude.
El legislador de Colorado explicó que el presidente Trump repitió constantemente tres mensajes: la elección fue robada — o será robada, si él perdía—, paren el robo y, por ultimo, durante el día del asalto, “luchen como fieras” para detener el robo.
“El presidente se dio cuenta la primavera pasada de que podía perder la elección, entonces empezó a plantar las semillas para preparar a algunos de sus seguidores”, argumentó Neguse.
En la sala, se proyectaron dos fragmentos de discursos del expresidente durante su campaña. En uno de ellos, desde Pensilvania, Trump aseguró que la única manera en que podía perder era si había un “fraude masivo”.
Uno de los tuits más destacables, es el ahora famoso mensaje del entonces presidente haciendo un llamado a sus seguidores a venir a Washington DC el seis de enero. “Gran protesta en D.C. el 6 de enero”, escribió Trump el 19 de diciembre. “Vengan, será salvaje”.
El legislador proyectó videos de entrevistas con seguidores de Trump que estaban en la capital ese día, diciendo que habían venido a la ciudad para “luchar por Trump” y que habían sido “invitados por el presidente”.
El ataque al Capitolio
La representante por las Islas Vírgenes, Stacey Plaskett, introdujo algunos de los videos y los audios no divulgados hasta ahora. Junto con un mapa del Capitolio mostrando, paso a paso, la ubicación de la multitud y de algunos agentes de seguridad y legisladores, los fiscales del juicio recrearon lo sucedido el 6 de enero.
En los videos se puede ver a la multitud entrando violentamente al edificio, quebrando las ventanas, y a los agentes de policía viéndose abrumados ante la cantidad de personas. Uno de los videos nuevos muestra al vicepresidente Mike Pence, siendo escoltado fuera del hemiciclo y a los asaltantes recorriendo los pasillos del Capitolio, llegando a estar muy cerca de la entrada al pleno.
“Los extremistas estaban discutiendo cómo dar caza al vicepresidente (…), reporteros en el Capitolio escucharon cómo lo estaban buscando para ejecutarlo”, reveló Plaskett, apoyándose en un informe del FBI sobre uno de los asaltantes que detalla la intención de tenían de asesinar a cualquier legislador o funcionario que encontraran.
El congresista Eric Swalwell, se dirigió directamente a los legisladores, que estuvieron presentes y fueron testigos del asalto: “Ustedes saben qué tan cerca estuvieron de la multitud. Algunos de ustedes pudieron oírles”, dijo.
“Lo que la mayoría de público no sabe, es qué tan cerca los asaltantes estuvieron”, sostuvo Swalwell. “Lo calculé, estaban a solo 58 pasos”.
Fuente: VOA