EFE
Efraín Alegre, presidente del Partido Liberal (PLRA), el mayor de la oposición de Paraguay, fue recluido este jueves en la sede de la Agrupación Especializada, un cuartel policial de la periferia de Asunción que funciona como cárcel, donde permanecerá varios días tras la orden de prisión preventiva dictada por una jueza por un caso de supuestas falsificaciones de gastos en las elecciones de 2018.
Ello después de que se presentara primeramente a las puertas del penitenciaría de Tacumbú, el mayor del país y cercano a esos edificios, donde fue informado de que por protocolo sanitario por la pandemia de coronavirus deberá cumplir cuarentena en la Agrupación.
A los gritos de “Efraín, Efraín” y “ni un paso atrás”, el líder político prosiguió andando hacia su lugar de reclusión, en medio del acompañamiento de decenas de seguidores que lo siguieron en caravana desde la sede partidaria de la zona céntrica.
En todo momento fue acompañado por su familia, incluida su esposa e hijos, uno de ellos cargando una maleta, mientras Alegre caminaba en medio de sus allegados y adherentes, según se pudo observar en las imágenes de televisión.
Y frente a la sede del PLRA, el dirigente liberal se dirigió a los seguidores de su partido para reiterar que el proceso abierto en su contra fue una “causa montada” por la justicia, que responde al presidente Mario Abdo Benítez, del conservador Partido Colorado y frente al que perdió en los comicios de 2018, y al exmandatario Horacio Cartes (2013-2018).
“El capo mafioso Horacio Manuel Cartes resuelve hoy que este presidente tiene que estar preso, pero nosotros con orgullo vamos a ir como lo hemos dicho en su momento porque no vamos a aceptar este proceso viciado”, afirmó Alegre.
Su detención preventiva en Tacumbú fue ordenada por la mañana por la jueza de garantía Cynthia Lovera ante el incumplimiento de las medidas alternativas que le fueron impuestas en el proceso por esas presuntas irregularidades de campaña.
“No vamos a aceptar este proceso viciado de la mafia, de la Fiscalía de la mafia y de esta jueza sinvergüenza. No debemos nada a la justicia”, reafirmó Alegre.
Horas antes, anunció desde su vivienda de las afueras de Asunción que se entregaría al tiempo de recalcar que la causa está controlada por la fiscal general, Sandra Quiñónez, y por una “mafia” encabezada por Cartes, al que acusó de dedicarse al lavado de dinero, mientras que a Abdo Benítez tildó de “capataz” de su antecesor.
Alegre fue imputado por la Fiscalía por una factura presuntamente falsa en compra de combustible que figuró en la rendición de gastos de campaña de los comicios de 2018, cuanto perdió ante el actual presidente, Mario Abdo Benítez, del conservador Partido Colorado.
La investigación fiscal surgió tras la denuncia del propietario de una gasolinera del este del país que informó de una venta de 15 dólares apareció luego elevada a 14, 800 dólares en la rendición de cuentas del partido opositor.
La defensa de Alegre denunció que esa rendición se presentó ante la Justicia Electoral el 1 de junio de 2018, pero que la factura incluida en el acta de imputación tiene fecha de mes y medio después.
Desde entonces, Alegre desoyó los mandatos del proceso como la entrega de una caución de 150 millones de guaraníes (21,500 dólares) y en manifestaciones ante la sede del Poder Judicial denunció que el país “está secuestrado por la mafia”.