INFOBAE.- El Dodger Stadium de Los Ángeles, más precisamente su estacionamiento, se ha convertido en uno de los más grandes centros de vacunación en Estados Unidos y el mundo, con más de 5 mil dosis aplicadas cada día, un ritmo que esperan mejorar conforme se corrigen algunos temas logísticos y se amplíe el universo de personas habilitadas a recibir las fórmulas de inmunización contra el coronavirus.
California ha sido criticada por vacunar a un porcentaje muy bajo de la población, menos del 50% de las 5,4 millones de dosis distribuidas. Además, los residentes, confundidos, claman por más información y se sienten frustrados por las normas de elegibilidad que varían según el condado y el sistema hospitalario.
El estado abrió la elegibilidad a cualquier persona de 65 años o más, pero los funcionarios del condado dijeron que continuarían vacunando sólo a los trabajadores de la salud, una medida respaldada por el Sr. Garcetti. Pero el condado, bajo presión, cambió repentinamente de rumbo y permitió que se vacunara a los mayores de 65 años, dejando al alcalde como ineficaz y fuera de lugar.
Sin embargo, pese a los contratiempos, Los Ángeles tiene una tasa de vacunación superior a la de otras grandes ciudades y condados: se ha administrado el 83% de las dosis que ha recibido, una cifra que supera a Nueva York (74%), Bexar, San Antonio (52%) o Maricopa, Phoenix (58%).
Los que se vacunan ni siquiera tienen que abrir las puertas de sus coches. No necesitan ingresar a carpas (a menos que tengan algún malestar) o un consultorio. Pero también hay desafíos que exceden las previsiones.