(EFE).- Al menos 33 personas fueron detenidas en reyertas en la ciudad neerlandesa de Róterdam durante la cuarta noche de disturbios entre agentes y grupos de jóvenes que convocaron protestas contra el toque de queda, aunque la policía subrayó que la calma protagonizó la noche de este martes en gran parte de Países Bajos.
No hay cifras de detenidos en protestas en otras ciudades, aunque solo en Róterdam, los agentes arrestaron a 33 personas por diferentes delitos durante las dos primeras horas del toque de queda, que empezó a las 21.00 locales (20.00 GMT), como la comisión de actos vandálicos, la convocatoria de protestas en horario de toque de queda o por negarse a mostrar un documento de identidad a las autoridades.
En la región de Ámsterdam también se registraron varias horas de tensiones, con grupos de jóvenes que se dieron cita para lanzar fuegos artificiales e iniciar disturbios con la policía, pero al final las autoridades lograron hacerse con el control de la situación y multaron a varios por violar el toque de queda, aunque no queda claro si también hay detenidos.
MÁS CALMA
Según Willem Woelers, oficial de la Policía Nacional, se ha visto “un panorama realmente diferente al de ayer, aunque en varias ciudades hay jóvenes en la calle en grupos, unos más grandes y otros más pequeños, y también vemos a hinchas de fútbol”, pero señaló que “no ha habido ninguna razón para el despliegue de los antidisturbios ni otras unidades especiales, como sí ocurrió ayer”.
Los agentes están “relativamente satisfechos con esto” y el “ambiente es más calmado”, aunque reconocen que “aún queda gente en las calles y es pronto para hacer un balance final porque todavía se ve que aún circulan en las redes sociales todo tipo de mensajes”.
TODOS PREPARADOS
Los municipios se habían preparado para otra noche de disturbios, por lo que habían tomado medidas administrativas, como la declaración de una emergencia municipal para poder sacar a la calle a los antidisturbios si es necesario, controlar todas las vías de acceso y detener a los participantes.
Los propietarios de los negocios también apostaron por medidas prácticas para adelantarse a los alborotadores, y levantaron bloques de madera para proteger puertas y ventana y evitar así saqueos de sus tiendas, mientras que las escuelas y guarderías que atienden a hijos de profesionales vitales -están cerradas para el resto- enviaron a los niños a casa antes de lo habitual.
La Fiscalía y la Policía solicitaron a los padres que vigilen a sus hijos y los mantengan en casa a lo largo de la tarde, después de que las imágenes de las cámaras de seguridad mostraran que algunos de los participantes en los disturbios eran adolescentes.
“Sepa dónde está su hijo y hable con él, si su hijo comete delitos, es probable que se le registren antecedentes penales. Las consecuencias de eso son enormes”, alertó la fiscal jefe de Brabante, Heleen Rutgers.
Desde el pasado sábado, cuando entró en vigor el toque de queda, los agentes han detenido a más de 500 personas y han impuesto miles de multas, aunque también hubo varios policías heridos por los choques contra los participantes en las protestas, que incluyeron quema de contenedores, saqueos y ataques al mobiliario público en unos disturbios que han asombrado a Países Bajos.
Empresarios y vecinos se movilizaron cada mañana para limpiar los destrozos provocados por la noche por los jóvenes que habían participado en las protestas, mientras los hinchas de fútbol en Maastricht y Den Bosch salieron a las calles esta noche al comienzo del toque de queda para proteger sus ciudades contra esos grupos.