Redacción N Digital
Internacional.- Analistas militares de la Agencia de Inteligencia de Defensa de EE.UU. (DIA), han estado comprando datos personales recopilados por aplicaciones de teléfonos móviles, sin una orden judicial, según un memorando que se ha hecho público esta semana.
En el documento escrito al senador demócrata Ron Wyden, se revela que el departamento especializado en inteligencia militar y dirigido por el Pentágono, ha buscado bases de datos comerciales que contienen información sobre los movimientos de personas, incluidos algunos estadounidenses, al menos cinco veces durante los últimos dos años y medio.
La DIA, que se centra en amenazas extranjeras, admitió en el mensaje que compra los datos a corredores de datos privados y que la información no se examina en función de si el usuario del dispositivo vive en EE.UU. u otro país, recoge The New York Times.
Los fabricantes de muchas aplicaciones para ‘smartphone’ y otros dispositivos inteligentes pueden recopilar, entre otros datos, las ubicaciones de los usuarios, que luego a menudo se venden a corredores. A su vez, estas compañías las revenden a quienes estén dispuestos a pagar como anunciantes y al parecer también a entidades de espionaje.
Sin orden judicial
Una decisión de 2018 de la Corte Suprema de EE.UU. establece que las entidades gubernamentales deben obtener una orden judicial previo a obligar a las compañías tecnológicas a entregar datos de ubicación de sus clientes.
Sin embargo, la DIA considera que no está obligada a cumplir esa decisión para “respaldar la compra o el uso de datos disponibles comercialmente con fines de inteligencia”.
El organismo explicó que sus analistas filtran los registros de aquellos que “parecen estar” en territorio estadounidense y los colocan en una base de datos separada, a la cual se puede acceder con una aprobación especial, y que hasta ahora se ha concedido cinco veces para “fines autorizados”.
Wyden ha dejado en claro que tiene la intención de proponer una legislación para salvaguardar para la privacidad de los estadounidenses en relación con los datos de ubicación disponibles comercialmente.