La ruptura matrimonial es una experiencia ardua y dolorosa, pues implica una serie de sentimientos y emociones difíciles de manejar, tales como la inseguridad, la tristeza, la rabia, la angustia y la desilusión. Este caos emocional suele complicar el afrontamiento de la situación. Es por ello que, a continuación, te ofrecemos una lista de consejos para un divorcio sano.
Asimismo, el malestar por la ruptura se intensifica debido a los prejuicios sociales en torno al divorcio, los que se asocian al fracaso y a la soledad. En consecuencia, muchas personas deciden seguir juntas a pesar de los conflictos y los malentendidos.
No obstante, divorciarse no significa que fracasaste ni tampoco implica que se te acabaron las oportunidades en la vida. Al contrario, se trata de una experiencia necesaria cuando la relación no tiene remedio. Además, puede ser el inicio de nuevas experiencias saludables y gratificantes. Lo importante es afrontarlo de la mejor manera y superarlo.
Reconoce y acepta la situación
Lo primero que debes hacer es aceptar que la separación es definitiva. Lo más recomendable es tomar la distancia necesaria y aprender a estar sin el otro. Si existen desacuerdos en cuanto a la ruptura, es importante respetar y renunciar a las manipulaciones o amenazas.
En esta etapa se debe aceptar una nueva identidad (dejar de pensar en nosotros para pensar en el yo). Se deben adquirir nuevos proyectos, encontrar nuevas motivaciones, así como hábitos y roles novedosos.
Por su parte, si tienen hijos, deben reconocer que la relación como padre y madre debe continuar. Es decir, la atención y afecto que ellos requieren se mantiene, independientemente del divorcio.
Piensa y decide con calma para un divorcio sano
Durante la separación se deben determinar asuntos importantes que influirán en el bienestar de ambas partes y de los hijos. No obstante, los numerosos sentimientos que se experimentan en el proceso suelen interferir de forma negativa.
Es por ello que se invita a pensar y decidir con calma, evitando que los afectos y la prisa sean los que dirijan la forma de proceder. Por lo tanto, en momentos de embotamiento mental y emocional eviten tomar decisiones y negociaciones importantes. Tómense su tiempo y asúmanlas cuando se sientan más tranquilos.
Revisa y organiza tus finanzas
Del consejo anterior se desprende éste, ya que uno de los asuntos que se deben abordar en la separación son las finanzas. A partir de la ruptura es importante que chequees tus ingresos personales, tomes en cuenta los gastos que te corresponden de ahora en adelante y apuntes a tu propia estabilidad económica y la de tus hijos.
Lo ideal es que ambas partes queden satisfechas con la repartición de los bienes y de las responsabilidades económicas. Para un divorcio sano hay que dejar de lado las guerras en este ámbito y llegar a acuerdos que no perjudiquen a ninguno.
Habla claro con tus hijos para que ellos también vivan un divorcio sano
Otro de los consejos para un divorcio sano es la buena comunicación con los hijos. En primer lugar, deben saber que sus padres van a separarse definitivamente y conocer las realidades que esto conlleva, como la nueva organización familiar.
También se recomienda hablar con ellos de los sentimientos y necesidades que se experimentan sin trasmitirles angustias ni rencores hacia el otro padre. Por su parte, asegurarles que harán todo lo posible por solventar los problemas y que el amor que ambos sienten hacia ellos no ha cambiado.
Busca manejar las emociones de manera inteligente
Las diversas emociones y sentimientos deben manejarse de la mejor manera posible. De no ser así, se corre el riesgo de perpetuar el propio malestar y el de los hijos.
Esto no significa negar los afectos, pues lo ideal es expresarlos. Una forma de manifestarlos adecuadamente es reconocerlos y comunicarlos a una figura de apoyo, bien sea un familiar, un amigo o un psicoterapeuta.
Dicho esto, contar con una red de apoyo es de vital importancia en este proceso, ya que ofrece el acompañamiento y sostén emocional que se necesita.
Otros aspectos que se deben considerar durante un proceso de divorcio
Estos otros consejos que te acercamos para un divorcio sano son importantes y no deben descuidarse, a pesar de los sentimientos que pudiesen nublar el juicio:
Evita desvalorizar a tu ex pareja o hablar mal frente a tus hijos: esto es un error muy común que afecta a muchas familias en proceso de divorcio. Hay que ser conscientes de que los más perjudicados son los niños.
Espera que los hijos se adapten a la ruptura marital antes de introducir una nueva pareja: hay que permitir que los niños elaboren y superen la separación. Incluir una nueva pareja a la dinámica familiar demasiado pronto puede ser perjudicial.
Concéntrate en el bienestar propio y en el de los hijos: evita preocuparte por lo que hace o deja de hacer tu ex pareja. Enfócate en ti y en tus hijos. Para ello, intenta realizar actividades que te gusten, como leer o hacer ejercicio.
Busca apoyo: muchas veces es necesaria la intervención de profesionales, como psicólogos, abogados, asesores financieros, trabajadores sociales. Su función es facilitar el proceso de divorcio desde la experticia.
Cada separación es única, pero siempre puede ser un divorcio sano
Un aspecto que debes tener en cuenta es que la vivencia del divorcio depende de múltiples factores, como los conflictos dentro de la relación, el tiempo de casados, la calidad de vínculo, el motivo de separación, el género, las creencias personales. De esta manera, las experiencias de los que atraviesan este proceso variarán en función de una serie de variables.
En otras palabras, los procesos de divorcio son únicos. Evita compararte y enfócate en mejorar tu situación y la de tus hijos. Sigue estos consejos para un divorcio sano y, si sientes que no puedes, no te aísles y busca apoyo. En la actualidad hay muchas entidades e instituciones que ofrecen soporte psicológico, así como también asesoría financiera y legal.
Fuente: Mejor con salud