El estado de Nueva York deshizo un millón de puestos de trabajo durante el 2020, en medio de restricciones, crisis en el turismo y la actividad empresarial, como consecuencia de la pandemia COVID-19.
Eso significa que desapareció el 10% de la fuerza laboral de la urbe, donde los dominicanos mantienen la supremacía entre los grupos inmigrantes, con un total de 449,338 residentes para un 14.3%.
El estado perdió la mayoría de los puestos de trabajo de prepandemia diciembre de 2019 a diciembre de 2020 — 578,000, según los datos del Departamento de Trabajo de la ciudad. En otras palabras, uno de cada ocho puestos de trabajo en la Gran Manzana desapareció.
Los empleos en el conjunto de los Estados Unidos cayeron 6%, la mitad de la tasa en la ciudad de Nueva York, que se convirtió en el epicentro del brote inicial de COVID-19 la primavera pasada.
Igualmente preocupante es que la economía se ha estancado durante una segunda oleada de COVID-19.
El empleo en la industria de servicios alimentarios, restaurantes y bebidas se desplomó un 43% año tras año, de 324,500 en diciembre de 2019 a 183,800 el mes pasado.
La industria perdió otros 11, 700 puestos de trabajo el mes pasado en comparación con noviembre, ya que el gobernador Andrew Cuomo reinstituía una prohibición de comer en interiores en la ciudad para ayudar a contener la segunda oleada del virus.
El sector de la hostelería de ocio más grande y pesado por el turismo que incluye hoteles, lugares de arte y entretenimiento perdió 366, 600 puestos de trabajo en todo el estado o el 39% del total. Muchos hoteles y el distrito de los teatros de Broadway están cerrados.
“Los restaurantes y bares son esenciales para el tejido social y económico de la ciudad de Nueva York y la pérdida de empleos en la industria está en un nivel de crisis como nunca hemos experimentado”, dijo Andrew Rigie, director ejecutivo de la Alianza de Hospitalidad de Nueva York.
Rigie atribuyó la pérdida de puestos el mes pasado “a los cierres de restaurantes más permanentes, el estado cerrando la cena en interiores por segunda vez, y menos gente comiendo al aire libre en temperaturas de invierno”.
Un hueso de contención entre los restauradores locales es que la comida en el interior ahora está prohibida en los restaurantes de la ciudad, pero se permite con restricciones de distanciamiento social en los condados circundantes y otras partes del estado.
“Para que la ciudad de Nueva York se retire de esta tumba económica y gane trabajo, debemos traer de vuelta a salvo comidas en interiores reguladas como está permitida en el resto del estado de Nueva York, y la Administración y el Congreso de Biden deben promulgar el plan de estímulo de la Ley RESTAURANTS muy pronto”, dijo Rigie.
El pronóstico económico de Cuomo publicado como parte de su nuevo plan presupuestario esta semana dijo que Nueva York probablemente no recuperará todos los puestos de trabajo que perdió durante la pandemia hasta 2025.
