México, 5 ene (EFE).- El chileno Benjamín “Emp” Ramírez hace cinco años que no puede estudiar por concentrarse para jugar League of Legends en una ‘gaming house’, sistema al que acuden algunos equipos latinos para mejorar el rendimiento de sus jugadores.
“Emp”, con experiencia en la Liga Latinoamérica de League of Legends (LLA), aseguró este martes a Efe que cuando se está en una ‘gaming house’ “no puedes hacer otra cosa, le entregas la vida al juego por tres meses que dura cada torneo”.
El modelo de la casas de los equipos de eSports en Latinoamérica consiste en que jugadores y cuerpo técnico viven y entrenan en un mismo inmueble por el tiempo que dura un torneo.
El argentino Matías “WhiteLotus” Musso, jugador de Infinity Esports en la LLA, cree que los eSports deben aprender de la covid-19 que el método de las ‘gaming houses’ no es el ideal.
Al inicio de la pandemia del nuevo coronavirus, los integrantes de la LLA no salieron de sus casas en Ciudad de México por al menos cinco meses en un obligado confinamiento.
“Uno piensa que vivir en una ‘gaming house’ es lo más lindo del mundo, pero en realidad es una de las cosas más estresantes convivir con tanta gente (promedio de 8 personas por casa). Deberíamos mirar a Brasil, en donde los equipos tienen una oficina de trabajo y cada jugador un departamento”, señaló el argentino a Efe.
Sin embargo, el sistema que planteó “WhiteLotus” Musso es inviable en Latinoamérica, de acuerdo con tres expertos consultados por Efe, ya que por año mantener una ‘gaming house’ cuesta un millón de pesos (49.646 dólares), costeados en el 50 % por los organizadores de las Ligas.
El director de Chivas Esports, Darío Pérez, explicó a Efe que concentrar a los jugadores en un inmueble es un arma de doble filo ya que puede mejorar la cohesión de los integrantes, pero mentalmente puede perjudicarlos.
“El tenerlos todos juntos y los problemas que podrían surgir, mantenerlos alejados de su monotonía con sus seres queridos, de su lugar de origen, es un arma de doble filo. Te puede jugar en contra”, aseguró.
Claudia Rivas, psicóloga del equipo de fútbol mexicano Puebla FC, dijo a Efe que para que una ‘gaming house’ tenga éxito y no deteriore la salud mental de los jugadores, tendría que contar con los cuartos y espacios del inmueble delimitados.
Para Rivas, una ‘gaming house’ ideal tendría que contar con un cuarto para dormir por integrante, un baño y cocina común, espacio al aire libre para hacer ejercicio, además del área de entrenamiento.
“Un modelo erróneo podría llevar a los jugadores a desarrollar trastornos de ansiedad, depresión y conductas de irritabilidad. También perjudicaría en su forma de relacionarse con los otros e incluso llevarlos al aislamiento o suicido”, concluyó Rivas.