Eran una de las opciones más elitistas para movilizarse y la pandemia los “popularizaron”. Casi sin vuelos comerciales durante varios meses, los servicios de taxis aéreos que supieron ser de uso casi exclusivo para ejecutivos de empresas crecieron en demanda en la Argentina.
Uno de los puntos que lo hacía exclusivo es el costo. Para un vuelo de un avión de ocho personas que van y vuelven en el día, la cotización oscila entre los USD 6.500 y USD 7.500 (ida y vuelta). Un vuelo a Europa no baja de USD 250.000. Sin embargo, fue un buen año para el sector.
Los taxis aéreos tienen la particularidad que no son líneas de vuelo regulares, no emiten tickets ni tienen horarios de salida o de llegada regular a un destino, por lo que tenían cierta libertad para operar dentro de la pandemia y la cuarentena. En ese contexto, y sin vuelos regulares, comenzaron a volverse cada vez más y más atractivas.
“Luego llegó una segunda tanda que fue la de las empresas que necesitaban movilizar gente, como por ejemplo, la industria petrolera y la minera”, explicaron desde la empresa. “Empezaron a contratar servicios para llevar y traer personal de un lugar a otro”.
Un dato no menor es las estadísticas de vuelos del aeropuerto de Neuquén, la puerta de entrada a Vaca Muerta. Según publicó el diario La Mañana de Neuquén durante el primer semestre de 2020, entre Aerolíneas Argentinas y Austral manejaron 1.128 vuelos pero hubo otros 728 correspondieron a los aviones privados.
Livi entiende que lo anormal fue el crecimiento que tuvieron durante este año por lo que destaca que “el punto del negocio a observar será en febrero y marzo de 2021 cuando entiendo que buena parte de la población podrá tener acceso a la vacuna. Ahí vamos a ver cuántos clientes vuelven al servicio convencional o se quedan en los vuelos privados”.
En la misma línea opinó Lucía Sanz de Urquiza, gerenta comercial de Argentina Jets, una compañía de vuelos privados muy volcada al turismo de alta gama. “Nosotros tenemos una fuerte presencia en todo lo que es turismo, clientes que llegaban del, exterior, pero eso desde marzo y abril que trajimos a los últimos a Buenos Aires para que tomen vuelos de repatriados y regresen a sus países de origen ya casi que no tuvimos más clientes”.
El negocio de los aviones privados tiene varias particularidades. En el caso de la Argentina en su gran mayoría operan desde el Aeroparque Jorge Newvery, hoy cerrado por reformas, y desde la terminal aérea de San Fernando. Y las aeronaves son de privados que se las “alquilan” a una empresa para que las utilicen como taxis aéreos.
Una opción que también fue creciendo fue el uso de los helicópteros. Aunque son más costosos que los aviones privados, encontraron un mercado propicio para viajes cortos. “En plena pandemia, cuando no se podía circular, eran muy utilizados por aquellos que se movilizaban a, por ejemplo, estancias”.
“Como operamos también en los Estados Unidos y ahí la demanda es más alta y más estable y hay argentinos que tienen un avión y que tenerlo en la Argentina les resultaba inútil o muy costoso y nos piden que lo llevemos y lo operemos en un mercado rentable como ese”, dijo el presidente de Royal Class
Infobae