Nueva York, 18 dic (EFE).- Nueva York anunció este viernes un importante cambio en la forma en la que muchas de sus escuelas públicas admitirán a los alumnos, en un intento por combatir la segregación económica y racial que afecta al sistema desde hace décadas y que, según las autoridades, se está agravando con la pandemia del coronavirus.
Según las cifras, la educación pública neoyorquina es una de los más segregadas del país y los estudiantes negros y latinos -que son mayoría en el sistema- están muy poco representados en los centros mejor considerados, muchos de los cuales seleccionan a su alumnado con base en distintos criterios, incluidas sus calificaciones.
En los últimos años, la Administración del demócrata Bill de Blasio ha tomado algunas medidas para tratar de acabar con esa situación, pero las anunciadas este viernes son las más ambiciosas.
De cara al próximo curso, las escuelas de grado medio -de sexto a octavo curso- tendrán que paralizar sus procesos de selección y, cuando tengan más solicitudes que plazas, utilizar un sistema de lotería.
El experimento se evaluará durante el próximo año de cara a la posibilidad de mantenerlo para más adelante, según explicó De Blasio en un comunicado.
En las escuelas de secundaria, mientras, se eliminará de forma permanente la prioridad geográfica, un criterio que usan algunos institutos y que facilita que, por ejemplo, los residentes en algunos distritos acomodados de Manhattan tengan más fácil acudir a los centros de la zona, a pesar de que sobre el papel las plazas deberían estar abiertas en igualdad para estudiantes de toda la ciudad.
“La crisis de la covid-19 ha expuesto desigualdades duraderas en las escuelas públicas de nuestras ciudades”, señaló el alcalde en un comunicado. “Ahora, a medida que reconstruimos nuestra ciudad, vamos a expandir las oportunidades para todos los estudiantes de la enseñanza pública y vamos a hacer más énfasis en nuestra misión de ofrecer una educación de calidad para todos, sin importar su distrito postal”, añadió.
Además, De Blasio anunció ayudas para cinco distritos escolares que van a desarrollar planes de diversidad siguiendo el ejemplo de un distrito de Brooklyn que decidió eliminar todos los criterios de acceso a las escuelas intermedias y los reemplazó por un sistema que garantiza que cada uno de los centros tenga al menos un 52 % de alumnos de familias con pocos ingresos, que están aprendiendo inglés o que no tiene hogar.
Ese porcentaje, que es el que esos grupos representan en el conjunto del distrito, busca asegurar colegios que reflejen la realidad de la zona, que engloba barrios muy acomodados y otros mucho más humildes.