Una residente de Reino Unido fue condenada por engañar a inversores, amigos y clientes con un negocio fraudulento de “pan recién horneado”, que en realidad era comprado a fabricantes al por mayor y calentado con radiadores, informa Manchester Evening News.
La joven de 32 años, identificada como Francesca Barker-Mills, abrió su panadería The Barker Baker en 2015 en la localidad inglesa de Rochdale. Años atrás había salido de prisión y con su proyecto intentaba demostrar a las autoridades que tras haberse “enamorado de la repostería” estaba cambiando su vida.
Muchos creyeron en sus anuncios publicados en periódicos locales, afirmando que su panadería era un ejemplo de que los exconvictos pueden rehacer sus vidas y hacer contribuciones significativas a la sociedad. Sin embargo, según los documentos judiciales, la realidad era otra: usaba su negocio para enriquecerse a costa de las personas que confiaron en ella.
Barker-Mills convenció a sus víctimas de que pusieran miles de libras en su panadería, que en realidad calentaba en radiadores pan comprado a otras empresas, haciéndolo pasar por productos recién horneados.
La mujer recibía dinero de interesados en su negocio tras convencerlos de que les devolvería el doble de su inversión al cabo de cierto tiempo. La ingeniosa estafadora también afirmó que participaba en un programa estatal y que había firmado contratos con grandes empresas. Incluso envió fotografías de extractos de una solvente cuenta bancaria que supuestamente tenía.
Pero cuando llegaba la fecha de devolver el dinero finalmente cortaba el contacto con sus socios. Se calcula que entre 2015 a 2017, Barker-Mills logró engañar a cuatro personas, por más de 60.000 libras esterlinas (alrededor de 80.000 dólares).
Barker-Mills se declaró culpable de cuatro cargos de fraude durante una audiencia realizada este jueves y un tribunal la condenó a dos años y tres meses de prisión.
Fuente: RT