(EFE).- El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, y su esposa Michelle inauguraron este lunes una pequeña y curiosa “exposición”, que sólo tiene dos piezas: el traje y el vestido que uno y otra usaron el 1 de enero de 2019, cuando él asumió el poder.
“Es un momento de mucha alegría”, por “la presentación de los trajes que usamos en un día memorable para la Nación”, declaró la primera dama, quien explicó que quienes desde hoy visiten el Palacio presidencial de Planalto, en cuyo salón de entrada se expone ahora la ropa, “podrán contemplar un poco más de nuestra historia”.
La ropa se encuentra en dos cajas de cristal ubicadas en el salón de entrada al palacio presidencial, junto a un Rolls Royce “Silver Wraith”, un vehículo descubierto donado en 1953 por la reina Isabel II de Inglaterra al Estado brasileño y usado solamente en grandes ceremonias, como la propia investidura de gobernantes.
Una de las cajas contiene el traje de color azul marino usado por Bolsonaro cuando asumió el poder, con una camisa blanca, una corbata de un celeste oscuro y los zapatos que calzó el 1 de enero de 2019.
En la otra, se expone el vestido de seda de un suave tono de rosa elegido para la ocasión por Michelle Bolsonaro, quien le encargó la pieza a la diseñadora brasileña Marie Lafayette, que ya había sido la responsable del atuendo que usó en su casamiento, en 2007.
Bolsonaro acompañó a su esposa en ese breve acto, que no figuraba en su agenda oficial, y junto con Michelle cortó una cinta con los colores verde y amarillo de la bandera brasileña que cercaba las dos vitrinas.
El presidente acudió con su sastre, Santino Gonçalves, a quien dijo que conoció en Río de Janeiro hace 17 años y que desde entonces le encarga sus trajes.
“Es una persona humilde, con una profesión que a veces parece que está en extinción, pero es todo lo contrario”, dijo Bolsonaro, quien reveló que su sastre “acaba de abrir una tienda” en Brasilia.
“Son trajes de calidad y de una nueva marca que aparece ahora en el mercado”, declaró el presidente sonriendo, y señalando al mismo tiempo que esperaba hacerle una “buena propaganda” a su sastre.
