Lucy Núñez.- Desde que inició su mandato el pasado 16 agosto, el presidente Luis Abinader habla casi diario ante los medios de comunicación, en ocasiones hasta tres veces en un mismo día, rompiendo una tradición en el estilo de gobernar matizada por sus antecesores de poco hablar.
Asimismo, el mandatario en actividades toma el papel de moderador y somete a preguntas a los periodistas, sin importar que haya intervenido en la actividad que encabeza.
Miembros de la prensa creen que es importante que un mandatario se dirija a su nación, ya que es fundamental que el pueblo escuche a su líder principal, pero enfatizan que tanta exposición ante los medios puede ser un arma de doble filo, al considerar que el presidente podría estar usurpando la vocería de Gobierno.
Si bien es cierto que Abinader ha marcado una diferencia a lo que fue su antecesor Danilo Medina, quien pocas veces se dirigió a su pueblo, la figura del jefe de Estado está muy expuesta en momentos de inicio, cuando todo marcha bien , y presumiblemente no podría ser tan locuaz cuando surjan eventuales dificultades.
Muchos consideran que el mandatario en sus primeros 100 días de Gobierno ha agotado el turno de las ponencias ante las cámaras, y que ha se ha referido a temas de los cuales no debería emitir su opinión, ya que recae en un discurso populista y de campaña.
El veterano periodista Huchi Lora asegura que el estilo del actual mandatario no es tan hablador como lo fue en su momento el expresidente Hipólito Mejía, quien hablaba todos los días, varias veces, pero que probablemente ha hablado un poco más de lo que puede esperar de un jefe de Estado.
Sin embargo, manifestó que es preferible un presidente locuaz a uno mudo, haciendo referencia a que Danilo Medina no hablaba, y habían muchas cosas que estaban pasando… y un presidente que no explicaba, que no decía, que ni ilustraba; que no fijaba una posición sobre cosas que estaban pasando que no eran las mejores”.
Lora dijo que aunque está de acuerdo con que el presidente ha intervenido demasiado y que puede perjudicarlo de alguna manera, agrega que no le gustaría otro presidente mudo.
La reconocida periodista Edith Febles dijo que aunque Abinader rompe una cultura que en la última década ha marcado una tendencia de presidentes que pocas veces se dirigieron al pueblo, es favorable que los funcionarios públicos estén dispuestos a dar declaraciones sobre el manejo del país.