La reconstrucción llegó este jueves a los Knicks de Nueva York después de dar a conocer la baja de seis jugadores y eliminar 40 millones de dólares en contratos que afectaban a su tope salarial.
La acción de los Knicks confirma la grave crisis por la que atraviesa toda la NBA en salarios que tras la pandemia del coronavirus se han convertido en prohibitivos para los dueños de la mayoría de las franquicias.
Los Knicks anunciaron que renunciaron al ala-pívot Taj Gibson, al base Elfrid Payton y el escolta Wayne Ellington y rechazaron la opción de equipo de 15,75 millones de dólares en el contrato del también ala-pívot Bobby Portis.
Gibson estaba programado para ganar 9,45 millones de dólares en 2020-21, mientras que Payton y Ellington iban a recibir ocho millones de dólares cada uno.
Los tres ganarán cada uno un millón de dólares en dinero garantizado de sus acuerdos con los Knicks a pesar de ser excluidos del equipo.
Los Knicks también rechazaron una opción de 1,7 millón de dólares sobre el contrato del escolta Theo Pinson y renunció al alero de segundo año Kenny Wooten, quien tenía un contrato de dos vías.
Los Knicks firmaron a Gibson, Payton, Ellington y Portis en junio del 2019 después de no poder conseguir agentes libres de alto perfil ese verano, incluidos los actuales compañeros de equipo de los Nets de Brooklyn, el alero Kevin Durant y el base Kyrie Irving.
Además, los Knicks adquirieron este jueves al ala-pívot Ed Davis y dos selecciones de segunda ronda del 2023.
La pasada temporada, Davis, de 31 años, logró promedios de 1,8 puntos y 3,8 rebotes en los 28 partidos que disputó como reserva con los Jazz.
Con el acuerdo, los Jazz ahorran también 5 millones de dólares en el tope salarial para 2020-2021.
El equipo de Utah trabaja ya en la renovación del base reserva Jordan Clarkson, que se ha convertido en un jugador clave, además de sus estrellas, el escolta Donovan Mitchell y el pívot francés Rudy Gobert.
Fuente: EFE