Redacción N Digital
Solo el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, está por encima del presidente de la República Dominicana, Luis Abinader Corona, como el mandatario de Latinoamérica que más alta aprobación tiene.
Son solo cuatro los países de la región con líderes de gobierno que entre septiembre y octubre promediaron un apoyo ciudadano de 50% o más: El Salvador, República Dominicana, Uruguay y México. En cambio, son seis los mandatarios que tienen el mismo porcentaje o más de imagen negativa, con Lenín Moreno, de Ecuador (90%), y Sebastián Piñera (70%) liderando el peor índice, según el estudio divulgado por la organización independiente Directorio Legislativo, con sede en Buenos Aires y Washington.
El informe muestra que algunos gobernantes se vieron fortalecidos al inicio de la pandemia, entre marzo y abril, especialmente quienes tomaron posturas más activas en términos de medidas de prevención como Iván Duque, en Colombia, Martín Vizcarra, en Perú, y Alberto Fernández, en Argentina. Es el llamado “fenómeno burbuja”.
“En ese escenario de incertidumbre y altamente cambiante, las encuestas favorecieron a los gobiernos que asumieron posturas más activas en términos de medidas de prevención, por ejemplo, los de Colombia, Perú y Argentina. En algunos casos eso, a su vez, contribuyó a mitigar en forma temporal las tensiones con la oposición local u otros liderazgos locales”, explica a La Tercera Felicitas Torrecilla, coordinadora de Investigación de Directorio Legislativo. Sin embargo, esa alza terminó por caer en los meses posteriores.
Mientras los líderes de estos últimos países -a excepción de Vizcarra, que fue destituido del cargo el lunes- disminuyen sus apoyos, los presidentes de Brasil y México parecen ir fortaleciéndose. Esto resulta interesante, puesto que ni Jair Bolsonaro ni Andrés Manuel López Obrador tomaron medidas muy fuertes para controlar la propagación del Covid-19.
La curva de la valoración de sus imágenes indica que perdieron apoyo al principio de la pandemia, pero empezaron a recuperarse en los últimos meses. De hecho, según muestra el estudio, Bolsonaro es el único Presidente que en los últimos dos meses alcanzó su peak de popularidad en lo que va del año, con 43%.
“No hemos notado una relación directa entre la evolución de la situación epidemiológica y la evolución de la aprobación de gobierno, en cada país. En otros términos, nuestra observación general es que la valoración no está tan relacionada a los resultados obtenidos en términos sanitarios, sino más bien al impacto socioeconómico de las medidas tomadas para lograrlos (cuarentena, suspensión de actividades económicas, etc.)”, explica Torrecilla.
Así, tras el “fenómeno burbuja” de marzo y abril, el nivel de aprobación de los gobiernos ha vuelto gradualmente al que tenían antes de la irrupción de la pandemia en el continente, a medida que se reactivan los conflictos previos como las protestas sociales en Colombia, las discusiones sobre el poder judicial en Argentina, la delicada situación fiscal en Costa Rica, y la difícil relación entre el Ejecutivo y Legislativo en Perú.