El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este jueves una orden ejecutiva que prohíbe a los estadounidense invertir en 31 empresas chinas que Washington considera colaboran con las Fuerzas Armadas de Pekín.
La decisión impide que empresas o ciudadanos estadounidenses posean acciones directamente o a través de fondos de inversión de alguna de las empresas identificadas por EE.UU. como colaboradoras del Ejército Popular de Liberación, como se conoce a las fuerzas armadas de China.
Entre las compañías designadas figuran empresas de telecomunicaciones como China Telecom y China Mobile.
“La orden del presidente sirve para proteger a los inversores de EE.UU. de ofrecer de manera no intencionada capital que va a reforzar la capacidad del Ejército o los servicios de inteligencia de China, que son empleados habitualmente para atacar a ciudadanos y empresas estadounidenses a través de operaciones informáticas”, afirmó Robert O’Brien, asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, en un comunicado.
La prohibición de compras entra en vigor el próximo 11 de enero, y se da de margen hasta noviembre de 2021 para deshacerse de las que posean.
China, ausente en las felicitaciones internacionales al ganador de las elecciones en Estados Unidos, Joe Biden, aseguró este lunes que respetará las “prácticas internacionales”, al reaccionar al resultado de los comicios del pasado 3 de noviembre.
El portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores chino, Wang Wenbin, reiteró que la postura de Pekín ante las relaciones con Washington, muy deterioradas durante la Administración Trump, ha pasado siempre por reclamar más diálogo, resolver las diferencias desde el respeto mutuo, aumentar la cooperación y fomentar el desarrollo “sano y estable” de los lazos bilaterales.
Estados Unidos y China viven uno de los momentos más bajos desde que establecieron relaciones en 1979, que además de la imposición mutua de aranceles comerciales, ha llevado al cierre, en el verano, del Consulado de EE.UU. en la ciudad de Chengdu, en respuesta a la clausura previa del chino en Houston (Texas).
Fuente: EFE