El Gobierno portugués decidió hoy que todo el comercio y la restauración, salvo excepciones contadas, deberá permanecer cerrado los dos próximos fines de semana entre las 13:00 y las 08:00 horas del día siguiente en gran parte del país para frenar la propagación de la covid-19.
“La regla es todo cerrado”, dijo el primer ministro, António Costa, en la rueda de prensa posterior al consejo de ministros en la que se decidieron las medidas, en la que insistió en que la situación en el país “es grave”.
El Ejecutivo luso ya había decidido decretar el toque de queda entre las 13:00 y las 05:00 horas del día siguiente los sábados y domingos en los municipios de elevado riesgo, pero la medida provocó confusión y polémica durante esta semana respecto a los comercios que podían permanecer abiertos y sus horarios.
Una de las principales cadenas de supermercados lusa, Pingo Doce, llegó incluso a anunciar que adelantaría su horario de apertura los fines de semana a las 06:30 horas, lo que generó una gran controversia, por lo que terminaron reculando en su decisión.
Ante esta confusión, el Gobierno ha decidido ahora que todo el comercio permanecerá cerrado después de las 13:00 horas, excepto consultorios médicos y veterinarios, farmacias, funerarias, gasolineras y tiendas de alimentación con puerta a la calle de un máximo de 200 metros cuadrados.
Los comercios que ya abrían antes de las 8:00 horas, como es el caso de algunas panaderías, podrán mantener su horario de apertura habitual.
En cuanto a la restauración, a partir de las 13:00 horas sólo podrá trabajar en régimen de entrega a domicilio.
Actualmente, 121 municipios, que aglutinan el 70 % de la población e incluyen Lisboa y Oporto, son de elevado riesgo y se encuentran bajo confinamiento parcial -con el “deber cívico” de permanecer en casa- y toque de queda, de 23:00 a 05:00 horas de lunes a viernes y a partir de las 13:00 los fines de semana.
El Gobierno revisó hoy la lista, que se establece en función de la incidencia del virus, y a partir del lunes serán 191 los municipios afectados por estas restricciones.
Las medidas estarán vigentes hasta el próximo 23 de noviembre, cuando acaba el periodo de estado de emergencia actual, aunque Costa señaló que en el próximo consejo de ministros analizarán una prórroga de este nivel de alerta si el presidente, Marcelo Rebelo de Sousa, considera que es necesario prolongarlo.
Costa consideró que es “imposible” no pensar en una prórroga.
“Aunque hay algunas señales alentadoras, son todavía prematuras para reducir la intensidad de las medidas”, dijo.
Para ayudar al sector de la restauración, el Gobierno compensará el 20 % de las pérdidas que sufran los próximos dos fines de semana, tomando como referencia la media de ingresos que tuvieron en los fines de semana entre enero y octubre de este año.
Los contagios siguen disparados en Portugal, que hoy notificó 5.839 nuevas infecciones y 78 muertos, en los dos casos la segunda mayor cifra de la pandemia, y continúa aumentando la presión en los hospitales.
En total, desde marzo, el país acumula 198.011 positivos y 3.181 fallecidos. EFE
