Donald Trump discute la posible victoria de Joe Biden, pero el servicio secreto de los Estados Unidos trata ya al candidato demócrata casi como si fuera el presidente electo.
“Usted no va a avanzar un metro más, y tampoco le voy a contestar ninguna otra pregunta”, dijo a Infobae un miembro del servicio secreto cuando el cronista intentaba acercarse con su coche a la vivienda de Biden, en la residencial y boscosa zona de Greenville, en el Estado de Delaware.
Lo que fue perfectamente posible hace dos semanas, fue imposible esta vez. La vivienda del ex vicepresidente de Barack Obama está protegida y bloqueada en todos los accesos posibles, y la Administración Federal de Aviación (FAA) cerró el espacio aéreo sobre la casa.
Greenville está a pocos kilómetros de Wilmington, la principal ciudad del Estado, y es una zona de alto poder adquisitivo, con casas diseminadas en el bosque y con acceso a un lago. Biden vivió hasta los 10 años en Pensilvania, pero desde entonces reside en Delaware, uno de los Estados más pequeños y ricos de la unión.
Aunque el recuento no está terminado y el presidente Trump denuncia la manipulación del escrutinio y su inteción de recurrir a la justicia, Biden está mucho más cerca que hace un días de sumar los votos necesarios en el Colegio Electoral.
Es por eso que el servicio de protección del presidente de Estados Unidos y de altos funcionarios del gobierno incrementó el número de agentes en torno a Biden, informó el Washington Post el viernes, cuando el candidato demócrata a la Casa Blanca parecía estar más cerca de la victoria.
El Servicio Secreto reforzará su personal en Wilmington, Delaware, después de que el equipo de campaña de Biden le dijera a esa agencia federal que se mantendrá en el centro de convenciones de Wilmington, la ciudad donde vive su candidato, y que este podría pronunciar un importante discurso allí este viernes.
Fuentes del Partido Demócrata confirmaron a Infobae que Biden hablará este viernes en “prime time”, el horario de mayor audiencia.
La agencia federal protegió a Biden cuando era vicepresidente, y nuevamente desde marzo pasado según CNN, cuando ganó las primarias presidenciales de su partido.
Esta protección es habitual para los aspirantes a la Casa Blanca. No es tan imponente como el dispositivo que funciona para el propio presidente, pero se vuelve similar si el candidato gana las elecciones y se convierte en el “presidente electo”, hasta su toma de posesión el 20 de enero.
Fuente: Infobae