El Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha publicado el borrador de una nueva normativa que supone nuevas sanciones contra Cuba mediante la eliminación del envío de dinero a la isla a través de empresas o sucursales que estén en manos del complejo militar-económico de Cuba. En concreto, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) ha filtrado la norma, que será publicada en el Registro Federal el 27 de octubre, a partir de la cual se elimina el alcance de ciertas autorizaciones generales relacionadas con las remesas al país caribeño. Entrará en vigor en 30 días desde su publicación, el 27 de noviembre.
La modificación abarcará cualquier transacción vinculada con la llamada Lista Restringida de Cuba, una lista del Departamento de Estado que incluye más de 200 entidades cubanas prohibidas para los estadounidenses.
“Tiene como objetivo restringir el acceso de dichas entidades y subentidades a los fondos obtenidos en relación con las actividades relacionadas con las remesas, incluso en su función de intermediarios o en su recepción de tarifas o comisiones por procesar transacciones de remesas”, apunta el texto.
“Esto podría leerse como ‘La norma Western Union’, porque ellos son los que se verán más afectados”, explicó a AFP John Kavulich, presidente del Consejo Económico y Comercial Estados Unidos-Cuba, una organización que asesora a empresas estadounidenses sobre negocios en la isla. “Western Union tendrá que tomar algunas decisiones, entre ellas abandonar el mercado cubano, o convencer al gobierno cubano de cambiar el estatuto de Fincimex para que no esté afiliada a los militares”, señaló Kavulich.
Western Union, que lidera el mercado de remesas en Cuba, opera a través de Fincimex, la entidad financiera que gestiona el dinero enviado a la isla. Fincimex es una filial de Cimex, subsidiaria a su vez de GAESA, el conglomerado empresarial militar más poderoso de Cuba.
Consultada por AFP, Western Union dijo estar “revisando” la nueva regulación. “Brindaremos información adicional cuando tengamos más claridad sobre su posible impacto en nuestros clientes”, indicó una vocera.
La compañía con sede central en Denver, Colorado, cortó el 26 de febrero las remesas a Cuba de todo origen excepto las de Estados Unidos, señalando “desafíos únicos” en su operativa de transferencia de dinero.
El secretario de Estado, Mike Pompeo, respaldó la medida en su cuenta de Twitter. “Las empresas controladas por militares cubanos explotan las remesas enviadas a los cubanos y manipulan las divisas para obtener beneficios. Así es como los militares financian su interferencia en Venezuela y su represión en el país. A los cubanos se les debe permitir prosperar, libres de la explotación del régimen”, denunció.
“Las remesas a Cuba podrán seguir fluyendo, pero no pasarán por las manos de los militares cubanos, que usan esos fondos para oprimir al pueblo cubano y para financiar la interferencia cubana en Venezuela”, agregó Pompeo, en un comunicado.
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, ya ha criticado la medida. “Estados Unidos insiste en dañar a la familia cubana con nueva medida contra las remesas. Perversas intenciones del gobierno imperial que le desacredita y ridiculiza por su enfermizo odio contra una pequeña nación cuyo heroico pueblo no se rinde #NoMásBloqueo #SomosCuba #SomosContinuidad”, ha publicado Díaz-Canel en Twitter.
En septiembre de 2019, la Administración Trump ya impuso un límite de 1.000 dólares por trimestre al monto de dinero que una persona puede enviar desde este el hacia Cuba.
Trump creó la Lista Restringida de Cuba en junio de 2018 para prohibir las transacciones de ciudadanos con empresas “bajo el control o que actúan en nombre” de los servicios militares, de inteligencia y de seguridad de Cuba, de acuerdo al Departamento de Estado.
Según el Departamento de Estado, las remesas estadounidenses, estimadas en 3.500 millones de dólares en 2017, juegan un papel importante en la economía cubana.
Fuente: EFE