(EFE).- El estrés que genera la combinación de covid-19, crisis económica, racismo y elecciones está “afectando seriamente la salud mental” de los estadounidenses, especialmente de los jóvenes, y si no se actúa pronto puede tener “graves consecuencias”, advirtieron este martes los psicólogos del país.
Casi uno de cada cinco adultos (19 %) afirma que su salud mental es peor de lo que era hace un año y en los adultos jóvenes de la generación Z (nacidos de 1997 en adelante), el porcentaje llega al 34 %, según el informe anual sobre estrés de la Asociación Estadounidense de Psicología (APA).
Una encuesta de la empresa The Harris Poll que sirve como sustento para el estudio, indica que los adultos mayores y los llamados “baby boomers” (nacidos después de la II Guerra Mundial) son los que menos diferencia entre un año y otro dicen sentir.
HISPANOS, AGOBIADOS POR UN CÚMULO DE PROBLEMAS
Para casi ocho de cada diez adultos, el 78 % de los encuestados, la pandemia de covid-19 es una fuente importante de estrés en sus vidas y un 60 % dice que le agobia la cantidad de problemas a los que el país se enfrenta actualmente.
La encuesta no especifica cómo piensan los hispanos al respeto pero Lynn Bufka, de APA, dijo a Efe que esa comunidad siempre presenta “niveles más altos de estrés” que otras, por lo que es lógico pensar que también ahora sea así.
Más aún cuando el porcentaje de hispanos fallecidos por la covid-19 es mayor a lo que representa esa comunidad en el conjunto de la población y lo mismo pasa con la pérdida de empleos, y además tienen un factor adicional de estrés en una política migratoria que se centra especialmente en ellos, agregó Bufka.
La encuesta desglosa resultados por generaciones no por grupos raciales y étnicos y concluye que la generación Z está especialmente afectada por lo que Bufka no duda en definir como una “crisis de salud mental”, fundamentada en la falta de certidumbre que rodea a los estadounidenses en este difícil 2020. “Vivimos en la incertidumbre y la incertidumbre crea ansiedad”, explica esta psicóloga.
LOS JÓVENES, DEPRIMIDOS Y ANSIOSOS
La encuesta revela que el grupo de personas entre 18 y 23 años es el que reconoce más abiertamente tener síntomas de depresión.
“Esta encuesta confirma lo que muchos expertos de salud mental están diciendo desde el inicio de la pandemia: nuestra salud mental está sufriendo por un cúmulo de factores de estrés en nuestras vidas”, dijo Arthur C. Evans Jr., director ejecutivo de APA.
Evans indicó que este estrés producto de múltiples factores que se potencian entre si va a tener “serias consecuencias sociales y de salud si no se actúa para reducirlo”.
De acuerdo con la encuesta, un 75 % de los adultos de la generación Z, los que tienen 18 años en adelante, afirma que en las dos últimas semanas estaban tan cansados que se sentaron y se dedicaron a no hacer nada.
Un 74 % se sintió muy inquieto, a un 75 % se le hizo difícil concentrarse o pensar adecuadamente, un 73 % se sintió solo y un 71 % se sintió desgraciado o infeliz.
El cierre de las aulas y la educación a distancia en los tiempos de la covid-19 es un motivo de estrés añadido para el 87 % de los adultos (de 18 años para arriba) de la generación Z.
DÉFICIT DE APOYO EMOCIONAL
Un 61 % de los encuestados dijo que el apoyo emocional recibido en los últimos doce meses fue insuficiente y el porcentaje sube al 82 % en el grupo de los Gen Z mayores de 18 años.
Evans advierte que “la pandemia y el racismo no son cosas que vayan a superarse pronto”, por lo que “todos necesitamos aprender cómo manejar el estrés mientras luchamos por una sociedad que sea más equitativa, resiliente e innovadora”.
Con relación al racismo y la discriminación, la encuesta revela que sea cual sea la raza a la que pertenezcan la mayoría de los estadounidenses (un 59 %) considera que la violencia policial contra las minorías es una importante fuente de estrés.
Las elecciones presidenciales del 3 de noviembre, con Donald Trump y Joe Biden como candidatos principales, son vistas como estresantes para el 68 % de los adultos, mientras que en 2016 era el 52 % el que se sentía así.
El elemento positivo es que, a pesar de todo, más de siete de cada diez estadounidenses (71 %) tiene confianza en el futuro.