(EFE).- Más de un centenar de organizaciones de Latinoamérica, EE.UU. y Canadá, han conformado una coalición llamada Movimiento para la Liberación Negra e Indígena, BILM (Black & Indigenous Liberation Movement), para combatir el racismo y la discriminación, que atribuyen a la “colonización” moderna.
“Queremos generar una agenda conjunta de principios y valores en los que coincidimos las comunidades indígenas y negras de todo el continente”, explicó a Efe el coordinador general de la coalición, el ecuatoriano Leonardo Cerda.
Esta alianza se inició a partir de un diálogo de grupos indígenas y negros del continente americano, especialmente de EE.UU., Brasil y Ecuador, país donde es representada por la Confederación de las Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE).
Cerda precisó que la idea de generar un espacio de diálogo entre organizaciones de base, activistas y líderes indígenas y afroamericanos surgió tras las protestas en Estados Unidos por la muerte de George Floyd a finales de mayo, canalizadas por el movimiento Black Lives Matter.
Y consideró que entre las poblaciones afrodescendientes e indígenas “existen muchas similitudes”, y que la pandemia de covid-19 no ha hecho más que “poner en evidencia su marginalización”. El movimiento busca establecer una plataforma de solidaridad, diálogo y debate, que en el plazo de un año pueda poner en común intereses y objetivos en una agenda para posteriormente pasar a la acción.
El lanzamiento del movimiento BILM se dio esta semana con acciones reivindicativas en torno al 12 de octubre, que la alianza considera el “Día de la Liberación Negra e Indígena”, un llamamiento para provocar la discusión en torno al significado que tiene para los pueblos originarios el conocido como “Día de la Raza”, de la “Hispanidad” o de “Cristóbal Colón”.
En países como Bolivia o Ecuador estatuas de Isabel la Católica han sido objetivo de las protestas de grupos indígenas durante esa jornada, provocando críticas por daños a la propiedad pública.
Cerda reconoce que en Ecuador “se ha generado bastante debate” al respecto, y desde el movimiento recién creado apuntó que se está “incitando al diálogo sobre una liberación cultural y artística de los pueblos”.
En el trasfondo, esta coalición considera que los elevados índices de pobreza y exclusión de los pueblos indígenas y afrodescendientes responde a una “colonización” que “resisten desde hace 528 años”.
Entre las organizaciones de base que integran el BILM participan referentes internacionales como la Indigenous Environmental Network, que agrupa a pueblos y grupos indígenas de Estados Unidos y Canadá, el Movement for Black Lives, que reúne a organizaciones negras estadounidenses y la Articulación de Pueblos Indígenas de Brasil (APIB), además de la CONAIE.
“Consideramos la lucha por la autodeterminación negra y la indígena parte de una lucha anticolonial, una lucha más amplia que está ocurriendo a lo largo de todo el continente, en la búsqueda de formas más significativas de soberanía”, manifestó en un comunicado la representante de APIB, Sonia Guajajara.
Por su parte, el responsable del movimento negro The BlackOUT Collective y The Black Land and Liberation Initiative, Akua D. Smith, confió en que “esta unión de comunidades negras e indígenas podamos rechazar esta división colonial que ha sido impuesta sobre nosotros y volver a esta correcta relación con nosotros mismos y con la tierra”.