La piel del rostro es la que está más expuesta al polvo y contaminantes ambientales, factores que la llenan de impurezas, irritan y hacen susceptible al envejecimiento prematuro si no se tiene una higiene adecuada. Por ello, la limpieza facial debe ser imprescindible en tu rutina de belleza.
Después de un difícil día de trabajo en lo último que piensas es en lavarte la cara, por lo que es frecuente irte a dormir con la cara sucia, ya que existe la creencia de que no pasará nada.
Sin embargo, con el paso del tiempo el cutis luce opaco y con imperfecciones, lo que además puede derivar en infecciones debido a que diversos elementos se van acumulando en la piel, como residuos de maquillaje, sudor, polvo, contaminantes ambientales, aceites naturales y células muertas.
1. Permite la oxigenación de la piel.
2. Los productos cosméticos destinados a mejorar el aspecto de la piel tienen mayor efectividad.
3. Retrasa la aparición de arrugas.
4. La piel es más luminosa.
5. Ayuda a disminuir la apariencia de cansancio.
6. Elimina acné y puntos negros.
7. La piel luce más suave y tersa.
8. Una piel limpia acepta y muestra mejor el maquillaje.
Para lograr una limpieza facial exitosa sólo tienes que humedecer tu rostro con un poco de agua tibia, posteriormente aplicar un producto cosmético adecuado para tu tipo de piel y enjuagar. Para no perder firmeza aplica un tónico con un borlita de algodón, finalmente aplica una crema humectante.
Cuidar la piel de tu rostro es más fácil de lo que imaginas, sólo tienes que adoptar el hábito de lavarte la cara todos los días. Recuerda que la disciplina es la clave del éxito.