Las principales economías del mundo han vertido grandes sumas de dinero en la lucha contra la desaceleración causada por el coronavirus, y ahora están avanzando hacia lo que puede ser una opción política más compleja: cuándo y cómo terminar con la ayuda.
Los Gobiernos han prometido alrededor de US$12 billones en gastos este año, estima el Fondo Monetario Internacional. Si bien el fondo dice que es demasiado pronto para cortar el apoyo, advierte que los niveles récord de deuda eventualmente representarán un desafío para los encargados de política monetaria.
En general, las economías más grandes todavía están gastando, aunque se pronostica que los déficits presupuestarios comenzarán a reducirse en 2021. Los mercados financieros no muestran signos de resistencia, con costos de endeudamiento en mínimos históricos en casi todas partes. Sin embargo, desde algunos republicanos estadounidenses hasta defensores del dinero sólido en Alemania, las preocupaciones sobre la deuda están comenzando a hacerse oír.Algunos recortes parecen inevitables. JPMorgan Chase & Co. dice que habrá un freno fiscal en la economía mundial el próximo año, pero puede ser menos severo de lo esperado, al tiempo que las medidas en Estados Unidos y Europa se desplazan hacia la extensión de la ayuda.
Aquí hay un resumen de las perspectivas fiscales en las economías más grandes del mundo.
EE.UU.
El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, señaló el miércoles que era improbable que se alcanzara a obtener un proyecto de ley de estímulo en el Congreso antes de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre. Eso significa que más apoyo para los desempleados, las pequeñas empresas y las autoridades locales probablemente tendrán que esperar hasta que se establezca un nuevo Congreso en enero.Pero las expectativas de un impulso fiscal en 2021 han ido creciendo junto con el liderazgo en las encuestas del candidato demócrata Joe Biden sobre el presidente Donald Trump, y la probabilidad de que los demócratas también puedan arrasar en el Congreso.En ese escenario, los analistas dicen que medidas pandémicas por un monto de al menos US$2,2 billones, suma por la que los demócratas han estado presionando, probablemente pasarían rápidamente por la legislatura. Con un Congreso dividido como el actual, el estímulo postelectoral enfrentará un camino más difícil sin importar quien esté en la Casa Blanca.
Zona del euro
En Europa, el abismo todavía está algo lejos y hay más apoyo presupuestario en trámite. Los Gobiernos nacionales han extendido los programas iniciales para enfrentar la pandemia, que ofrecían préstamos generosos, garantías crediticias y apoyo salarial, y casi 1,8 billones de euros (US$2,1 billones) de ayuda europea conjunta, un gran avance para el bloque, todavía no han sido desembolsados.
Se les ha dicho a los ministros de Hacienda que mantengan la política expansiva en 2021 y que reemplacen gradualmente la ayuda de emergencia con medidas a más largo plazo que ayuden a fomentar una economía digital baja en emisiones de carbono. Al mismo tiempo, no se ha olvidado una reciente crisis de deuda y los países del sur de Europa, con altos niveles de desempleo y deuda incluso antes de la pandemia, saben que estarán bajo un escrutinio especial por parte de los inversionistas.
Japón
La deuda del Gobierno de Japón está en camino de alcanzar 266% del PIB este año, según el FMI. Pero no ha causado problemas obvios para la economía, y el nuevo primer ministro, Yoshihide Suga, dice que no hay un límite estricto para la cantidad que puede pedir prestado.Por ahora, Suga todavía tiene varios billones de yenes de un segundo presupuesto adicional para ayudar a apoyar a la economía durante la pandemia. Si el repunte del tercer trimestre resulta más débil de lo esperado, es probable que aumente la especulación de otra recarga.Antes de que Suga asumiera el cargo, el Gobierno ya había extendido su programa de suspensiones laborales por tres meses, hasta fin de año.
Reino Unido
El Reino Unido ya está tratando de reducir el estímulo, y le ha resultado difícil, especialmente en medio de una amenazante nueva ola de casos de coronavirus. El canciller de Hacienda, Rishi Sunak, dijo que los niveles iniciales de gasto por la pandemia no son sostenibles, lo que sugiere aumentos de impuestos a mediano plazo.
El Gobierno dijo el mes pasado que reemplazaría un programa general de suspensiones laborales, que respaldó más de 9 millones de empleos, a un costo de casi 40.000 millones de libras (US$52.000 millones). Se esperaba que el nuevo plan más específico provocara un aumento en el desempleo.Desde entonces, Sunak ha tenido que dar marcha atrás, anunciando un apoyo salarial adicional para los trabajadores de las empresas que se ven obligadas a cerrar bajo las nuevas reglas de confinamiento. El Gobierno también ha diferido una fecha límite para que las empresas soliciten préstamos respaldados por el Gobierno y flexibilizó los términos para pagar los impuestos sobre las ventas.
China
Lejos de enfrentarse a un abismo fiscal, el Gobierno de China tiene dificultades para gastar los billones de yuanes en recursos fiscales que reservó para impulsar lo que ya es una recuperación económica constante. El FMI espera que China mantenga una mayor parte de su estímulo fiscal en los próximos años, en comparación con las economías desarrolladas.
El Gobierno está vendiendo una cantidad récord de bonos este año para pagar el estímulo. Gran parte de eso es a nivel local, con 3,75 billones de yuanes (US$558.000 millones) destinados a ayudar a las autoridades regionales a desarrollar infraestructura.
India
Al igual que China, el FMI pronostica que India tendrá déficits presupuestarios relativamente grandes hasta 2023.Con su economía a punto de contraerse este año más que sus principales pares de mercados emergentes, el Gobierno está implementando un estímulo fiscal adicional, más recientemente dirigido a los consumidores, la base de la economía. Sin embargo, gran parte del apoyo hasta ahora no ha cumplido con las expectativas y no ha dado a la economía el impulso inmediato que necesita.
El margen fiscal también se está reduciendo tras una caída de los ingresos del Gobierno, lo que obliga a las autoridades a pedir prestada una cantidad récord este año. Este aumento de la deuda ha acercado la calificación crediticia de India al nivel basura.
Nota Original:World Economy Faces New Fiscal Cliffs Amid Pressure for Spending