El domingo, Miami Heat recortó distancias en las finales de la NBA y puso la serie 2-1 ante Los Ángeles Lakers, que se habían impuesto en los dos primeros encuentros celebrados en la burbuja de Disney, Orlando. Ahora, los dos mejores equipos de la temporada vuelven a verse las caras para el cuarto duelo que puede dejar el desenlace completamente abierto o comenzar a sentenciar la historia.
Por estas horas, la gran duda pasa por la presencia de la figura de los campeones del Este, Bam Adebayo, quien el lunes había reconocido que una lesión podría marginarlo del duelo de esta noche, pero en las últimas horas varios periodistas especializados en la liga adelantaron que podría estar presente. Es que el pívot sabe que su ausencia, sumada a la del esloveno Goran Dragic podrían inclinar la balanza de manera definitiva en favor del equipo comandado por LeBron James.
Por su parte, LeBron James, la superestrella de Los Lakers, trató de restar trascendencia a la derrota del domingo (115-104): “No estamos preocupados. Sabemos que podemos jugar mucho mejor. Tenemos otra oportunidad de tomar una ventaja en el liderato el martes”.
James estuvo cerca del triple-doble con 25 puntos, 10 rebotes y 8 asistencias pero también acumuló 8 de las 19 pérdidas de balón de su equipo, una cifra muy elevada para unas Finales y de la que asumió la responsabilidad como principal director de juego de los Lakers. “No podemos hacer eso, obviamente, porque les permitimos más posesiones. Ellos son un equipo muy bueno ofensivamente”, dijo James. “No podemos perder la pelota contra este equipo y yo asumo toda la responsabilidad en esto”.