AFP
Nueve meses después de su irrupción en China, la pandemia de covid-19 superó el domingo la simbólica cifra de un millón de muertos en el mundo, entre múltiples rebrotes de casos en varios países europeos.
En total, se confirmaron oficialmente 1.000.009 decesos en el mundo, de un total de 33.018.877 casos detectados, mientras que 22.640.048 personas sanaron, según las autoridades.
Las drásticas medidas adoptadas por muchos países no han logrado por el momento frenar la pandemia, que está provocando desastrosas consecuencias económicas y ha atizado las divisiones políticas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió el viernes que las muertes por COVID-19 podrían duplicarse y alcanzar los dos millones si no se mantienen medidas para evitar la propagación del virus.
Las regiones más afectadas en número de decesos son América Latina y el Caribe (341.032 decesos, de 9.190.683 casos), Europa (229.945; 5.273.943) y Estados Unidos y Canadá (214.031; 7.258.663).
Tragedias imborrables
El mundo tiene grabadas en sus retinas las imágenes de fosas comunes en Brasil, una morgue improvisada en el Palacio de Hielo de Madrid y camiones frigoríficos con cadáveres en las calles de Nueva York.
Más allá de la frialdad de las cifras, la consecuencia más devastadora es el vacío dejado por quienes murieron, ya que muchos duelos tuvieron que hacerse sin que los familiares pudiesen acompañar a la víctima en el tramo final de la enfermedad, o siquiera despedirse de ella una vez muerta, a raíz de las medidas sanitarias.