El obispo de la diócesis de La Vega, Héctor Rafael Rodríguez, arremetió este miércoles contra los intereses “insaciables” que persiguen producir riquezas a cambio de la destrucción del medioambiente en el país, situación que definió de “mayor amenaza que el COVID-19”.
En la homilía que pronunció en la iglesia del Santo Cerro en esa provincia, con motivo de celebrarse hoy el Día de la Virgen de las Mercedes patrona de la República Dominicana, Rodríguez clamó para que las autoridades impidan la explotación de loma Miranda y “salven” el “agonizante” río Camú, el principal de La Vega.
“Nuestra isla es un paraíso para disfrutarlo, no para comprometerlo a cambio de un dinero incapaz de fabricar agua, árboles, manglares, corales y nuestra compleja y hermosa biodiversidad”, dijo el prelado en presencia del presidente Luis Abinader y de la vicepresidenta Raquel Peña.
Henríquez expresó su deseo de que el ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Orlando Jorge Mera) “se muestre más amigo del medio ambiente y mas enérgico con quienes lo explotan de manera salvaje”.
El obispo aseguró, en otra parte de sus palabras, que en el país existen “monstruos inmanejables” como la corrupción, permisividad sin limites, el desorden institucional y la delincuencia, que desafían a las autoridades y parecen haberse “ido de nuestras manos, ya que ni las leyes pueden controlarlos”.
El jerarca católico favoreció la designación de una persona sin ataduras políticas al frente de la Procuraduría General de la República, pero advirtió que la tarea de ese organismo “va a ser difícil, traerá muchos conflictos (…) qué viva el imperio de la ley”.
Además, consideró que el Gobierno de Abinader ha dado “señales esperanzadoras” y citó la propia designación de una procuradora independiente; el desmantelamiento de organizaciones criminales dentro de la cárcel de La Victoria; y la “intención, al menos la intención”, de colocar en la Junta Central Electoral y la Cámara de Cuentas a funcionarios que no tengan vínculos ni intereses comunes con las personas que deban arbitrar.
“Es dañino que los partidos políticos continúen repartiendo las posiciones de instituciones sensibles que deben ser imparciales por su naturaleza , instituciones que deben garantizar la tan anhelada paz social”, agregó.
Abinader llegó a la iglesia del Santo Cerro acompañado por su esposa Raquel Arbaje. El presidente del Senado, Eduardo Estrella, también estuvo entre los altos cargos que acudieron a la misa.
Previo a su entrada a la parroquia encendió un velón y deseó paz, salud y fraternidad a los dominicanos.
En esta oportunidad, las autoridades eclesiásticas impidieron que la iglesia acogiera a las decenas de personas que la visitan cada año debido a las medidas de distanciamiento recomendadas para evitar el contagio del coronavirus, aunque un grupo de feligreses se apiñó frente al templo para escuchar la misa y esperar la llegada de Abinader. EFE