Naciones Unidas.- La ONU abrió este martes su Asamblea General con un claro recordatorio del desequilibrio de género que existe en la política internacional; entre los más de treinta jefes de Estado que intervienen en esta jornada inaugural, ni uno es mujer.
De hecho, habrá que esperar hasta bien entrado el miércoles para escuchar a la primera jefa de Estado, que será la presidenta de Eslovaquia, Zuzana Caputova, según la última lista de intervenciones facilitada por la organización.
Antes de ella habrán hablado en el gran foro de la diplomacia global más de medio centenar de hombres, que siguen copando la mayor parte de las jefaturas de Estado y de Gobierno del mundo.
El año pasado, sólo 16 de las 192 intervenciones que hubo ante la Asamblea General estuvieron a cargo de mujeres, ni siquiera un 10 por ciento del total, aunque sí hubo varias mujeres en la primera jornada.
En esta ocasión, todo apunta a que serán aún menos, a no ser que en los próximos días varios países decidan cambiar sus planes, algo poco probable, ya que los líderes intervienen con videos grabados con antelación en un novedoso formato utilizado para minimizar los riesgos con el coronavirus.
La falta de mujeres este año se produce precisamente cuando Naciones Unidas conmemora el 25 aniversario de la Declaración de Pekín para impulsar los derechos de la mujer, el primer gran compromiso global en favor de la igualdad de género.
La organización, de hecho, tiene prevista una cumbre específica para el 1 de octubre, en la que se repasarán las políticas en este ámbito y se discutirán planes concretos para hacer avanzar los derechos de la mujer.
En los últimos días, la agencia de Naciones Unidas para la igualdad de género, ONU Mujeres, y líderes del movimiento feminista han defendido que la pandemia ha vuelto a poner de manifiesto la necesidad de un liderazgo más diverso en el mundo.
En esa línea, el secretario general de la ONU, António Guterres, avisó en su discurso ante la Asamblea General de que la actual crisis se está cebando con la mujer, que está representada desproporcionadamente en los sectores más afectados por la pérdida de empleos.
“Son también quienes realizan la mayor parte del trabajo de cuidado no remunerado generado por la pandemia. Y son además quienes tienen menos recursos económicos a los que recurrir, porque sus salarios son más bajos y tienen menos acceso a beneficios”, señaló.
Según Guterres, a menos que se actúe ahora, “la igualdad de género podría retroceder décadas”.